El Bundestag (Cámara baja del Parlamento) alemán aprobó hoy con una amplia mayoría la participación del país en la ayuda financiera para España, tras insistir en que Madrid debe garantizar el préstamo e implementar contraprestaciones macroeconómicas.
Así queda ya a disposición de España, aunque pendiente de la firma definitiva del memorando de entendimiento de mañana, la contribución alemana, la de mayor cuantía, que supondrá casi 30.000 millones de euros en el caso de que Madrid solicite el máximo previsto de 100.000 millones.
La moción recibió 473 votos a favor, procedentes de las filas gubernamentales y de la oposición socialdemócrata y verde, por 97 en contra y 13 abstenciones.
Como estaba previsto, las negativas procedieron de La Izquierda, así como de un grupo de diputados díscolos de la coalición de centro-derecha de la canciller Angela Merkel.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, fue el encargado de defender la postura del Ejecutivo, e instó a los diputados a votar a favor del paquete para España para acabar con el «círculo vicioso» por el que la deuda pública azuza los problemas de la banca privada y viceversa, agravando la crisis.
Argumentó en este sentido que las reformas estructurales implementadas en los últimos meses en España, y las previstas para los próximos, siendo «correctas» y «necesarias», no son suficientes para atajar la crisis si no se soluciona también «el problema bancario».
Schäuble advirtió de que la delicada situación financiera de algunos bancos españoles podría acabar minando la «capacidad de pago» del Estado español en su conjunto y poner en peligro la «estabilidad de la eurozona».«Incluso la apariencia de que la solvencia financiera española está en peligro, podría dar lugar a graves consecuencias y de contagio en la eurozona», aseguró.
El veterano político cristianodemócrata consideró que España está «en el buen camino» con sus esfuerzos reformistas y destacó el último paquete -ratificado hoy en el Congreso español-, que prevé ahorrar 65.000 millones de euros en dos años y medio.
«No hay soluciones fáciles ni rápidas» para salir de la crisis, afirmó el ministro.
Para tratar de atraer a los diputados más escépticos de su propia bancada, Schäuble subrayó que España está inmersa en una serie de reformas y ajustes para recortar su déficit y mejorar su competitividad y enfatizó que el Estado español es el firmante del acuerdo, el receptor del préstamo y el que garantizará la devolución de los fondos que reciban los bancos.
«España presenta la petición (de ayuda). España recibe el dinero para la recapitalización de los bancos. Y España, como estado, es garante de la ayuda proveniente del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF)», aseveró.
Por su parte, casi todos los oradores que intervinieron en la sesión parlamentaria incidieron en este asunto, pues todas las formaciones políticas alemanas eran contrarias a un rescate directo a la banca, que había sido en un principio la propuesta de Madrid.
La oposición encaminó sus discursos a la urgencia de fomentar el crecimiento y el empleo en España para salir de la crisis, mientras que la coalición gobernante se centró en la consolidación presupuestaria y la implementación de reformas, un asunto por el que Madrid recibió elogios de casi todos los sectores del hemiciclo.
Horas antes del pleno, el Bundestag difundió a través de su página web una serie de documentos sobre el préstamo a España entre los que se especificaba que Madrid podría, con autorización previa, emplear parte de los fondos obtenidos para comprar deuda en los mercados primario y secundario.
Esta previsto que mañana el Eurogrupo apruebe en una teleconferencia el memorando de entendimiento definitivo que fija las condiciones de la línea de crédito a España y que el próximo martes lo suscriba el Ejecutivo del presidente Mariano Rajoy.
El primer tramo de la ayuda, por un monto de 30.000 millones de euros, debería hacerse efectivo antes de final de mes.