Decenas de manifestantes que participaban en el funeral por el jefe de los servicios de los servicios de seguridad nacionales (FSI), el general Wisam al Hasan, se han enfrentado a la Policía y han roto el cordón de seguridad que protegía el Grand Serail o Palacio de Gobierno de Beirut, sede oficial del Gobierno libanés.
Los manifestantes, que exigen la dimisión del primer ministro Nayib Mikati y su gobierno, están siendo dispersados por los agentes, que han respondido a la violación del cordón de seguridad lanzando gases lacrimógenos.
La cadena Al Yazira informa de que algunos de los manifestantes han arrojado cócteles molotov contra el entorno de la oficina del primer ministro mientras diferentes medios libaneses indican que se ha detectado la presencia de hombres armados en algunas calles de la capital, según el canal de noticias Al Jadeed. También se tiene constancia de que se ha arrojado una granada de mano en el barrio de Bab al Talabane en torno a las 16.30 horas --hora local--, según la agencia nacional de noticias.
Varios testigos también han escuchado ruido de disparos durante la protesta frente a la sede. En este sentido las fuentes de seguridad han confirmado que los agentes han disparado al aire para hacer retroceder a los participantes en la protesta, dos de los cuales han perdido el conocimiento por los gases lacrimógenos.
Cientos de personas siguen apostadas en las inmediaciones del Grand Serail con banderas del partido suní Movimiento Futuro, que denuncia la posible implicación de Siria en el atentado que costó la vida al general, así como enseñas de las Fuerzas Cristianas Libanesas y banderas negras islamistas, entre cánticos de «`Mikati, lárgate!» y gritos contra el presidente sirio, Bashar al Assad.