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Graves disturbios durante la toma de posesión del nuevo presidente de México

Jóvenes activistas se enfrentan a policías en las inmediaciones del Palacio Legislativo de México antes de la toma de posesión de Peña Nieto. | S. Cases

| México |

La izquierda mexicana convocó ayer diversos actos de protesta contra la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente, en una jornada que calificó de «día negro» para la democracia. Una de las concentraciones más numerosas fue la del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Ángel de la Independencia de la capital mexicana, donde logró reunir a varios centenares de personas para escuchar a su líder, Andrés Manuel López Obrador.

«No reconocemos al Gobierno impuesto de Peña Nieto porque es ilegal e ilegítimo», dijo López Obrador, quien fue candidato a la Presidencia en las elecciones del pasado 1 de julio y segundo en los resultados detrás de Peña.

López Obrador insistió en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) compró la Presidencia de la República en un «fraude» que «tuvo como principal distintivo el tráfico con la pobreza del pueblo» con la «comprobada» entrega de dádivas a la gente pobre. «Eso es lo que más indigna y también entristece», dijo el político ante sus seguidores, que lo recibieron a gritos de «Presidente», «No estás solo» y «Es un honor estar con Obrador».

Programa

Mientras, Enrique Peña Nieto, de 46 años, se convirtió ayer en el nuevo presidente de México y nada más asumir el cargo delineó un programa para luchar contra la inseguridad y combatir la pobreza. «Hoy los mexicanos queremos un cambio (...) Deseo un cambio seguro, con rumbo y dirección», afirmó Peña Nieto en su primer mensaje a la nación, en el que recogió los principios que regirán su mandato, de seis años, y las medidas inmediatas que aplicará para atajar los principales problemas del país.

«Es tiempo de romper juntos los paradigmas que han limitado su desarrollo», insistió en su mensaje, de 50 minutos, que pronunció en un patio cubierto por carpas en el Palacio Nacional de esta capital, sede del Gobierno. Con Peña Nieto vuelve al poder el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que acaparó la vida política de México durante siete décadas y que en el año 2000 tuvo que ceder al conservador Partido Acción Nacional (PAN) tras su triunfo en las urnas.

Sereno, con la banda presidencial cruzada al pecho, Peña Nieto se dirigió a sus ciudadanos definiendo los cinco ejes de su mandato y anunciando trece medidas concretas que podrá en ejecución. Dedicó especial importancia a la ola de inseguridad que vive el país por las acciones del crimen organizado, que han generado decenas de miles de muertos en los últimos años, y prometió «combatir la impunidad y hacer que prevalezca la justicia y la paz».

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