El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha asegurado hoy que con el premio Nobel de la Paz concedido a la Unión Europea (UE) «se rinde homenaje a todos los europeos que soñaron un continente en paz consigo mismo».
Van Rompuy, en su discurso de agradecimiento al recoger el galardón en el Ayuntamiento de Oslo, señaló que recibía el Nobel con «humildad y gratitud» de parte de la UE.
La Unión recibió el premio Nobel de la Paz en reconocimiento de las más de seis décadas de paz y estabilidad en Europa en una ceremonia a la que asistieron veintiún Jefes de Estado y Gobierno europeos, así como los reyes y príncipes herederos de Noruega.
«La historia no es una novela con final feliz y la UE sigue siendo responsable de lo que tiene por delante», afirmó el político belga en relación a la crisis económica por la que atraviesan los Veintisiete.
Resaltó la importancia de la paz, pero se refirió a que «a lo mejor para los padres que luchan por llegar a fin de mes, los estudiantes que por mucho que estudian están preocupados por no conseguir su primer empleo o los obreros que acaban de ser despedidos, la paz no sea lo primero que les viene a la cabeza».
«Sí, sí se puede romper el ciclo de la violencia»
Van Rompuy señaló que aunque «la guerra es tan vieja como Europa», es posible «como dijeron los padres fundadores, cortar con el ciclo sin fin de la violencia, poner fin a la lógica de la venganza y construir un futuro venturoso junto con el poder de la imaginación».
«Sí, sí se puede romper el ciclo de la violencia», señaló el presidente permanente del Consejo de la Unión Europea.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, pronunció la segunda parte del discurso de agradecimiento de la UE al Comité noruego del Nobel, un texto escrito por él mismo.
«El sentimiento de portugueses, españoles y griegos de libertad también se sintió en la Europa central y del Este y en los países bálticos al ganar su independencia», dijo Barroso que evocó sus años de juventud cuando en 1974 festejó la democracia de su país.
«Muchas generaciones de europeos hemos aprendidos que la elección por Europa era una elección por la libertad», señaló Barroso, que también afirmó que la UE, «con todas sus imperfecciones, es un símbolo y una inspiración para el resto del mundo».
El líder del Ejecutivo comunitario destacó la contribución que la UE ha hecho a la paz en su propio territorio y en el resto del mundo, y subrayó que los Veintisiete «comparten una responsabilidad especial con el resto del mundo» al ser «el donante internacional más importante».
Barroso apuntó que en la declaración Schuman, documento fundacional de las comunidades europeas, se señaló el objetivo de la «paz mundial», más allá de la fraternidad entre los pueblos europeos.
«Pueden contar con la UE y sus esfuerzos para la lucha por la paz, la libertad y la justicia en Europa y en todo el mundo», añadió.
Ceremonia de entrega
Los presidentes de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, del Consejo, Herman Van Rompuy y del Parlamento Europeos, Martin Schulz, recogieron el diploma y la medalla en que consisten el prestigioso galardón.
Entre los 21 Jefes de Estado y de Gobierno que han acudido a la capital noruega para participar en esta ceremonia figuran el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, así como el presidente de Francia, François Hollande, la canciller de Alemania, Angela Merkel, o los primeros ministros de Bélgica, Elio di Rupo, y de Holanda, Mark Rutte.
Además de Rajoy, los otros españoles que han acudido a esta ceremonia son el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, el presidente del Comité de las Regiones y de la comunidad autónoma de Murcia, Ramón Luis Valcárcel y la niña zaragozana Ana Fanlo, ganadora de un concurso abierto a los jóvenes de Europa para viajar a Oslo.
La UE destinará los 930.000 euros con los que está dotado el Nobel de la Paz a proyectos en apoyo de los niños víctimas de guerras y conflictos.