El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, ha asumido personalmente este jueves la tarea de formar gobierno en el país tras el fracaso de las negociaciones desarrolladas por Pier Luigi Bersani, líder del Partido Democrático.
«El presidente de la República ha decidido emprender sin demora las acciones que le permitan escudriñar posibles avances en la situación política e institucional», declaró en comentarios a Reuters su secretario, Donato Marra.
El propio Bersani, por su parte, ha reconocido en una rueda de prensa en el Palacio del Quirinal que la ronda de consultas con el Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo y el Partido de la Libertad de Silvio Berlusconi y Angelino Alfano no han surtido efecto.
«El resultado de las consultas no ha sido decisivo, y este es el veredicto que he trasladado al presidente (Napolitano) tras una hora y cuarto de reunión», declaró a la salida del encuentro Bersani, no sin destacar la escasa voluntad negociadora de sus contrincantes.
«Me han impuesto condiciones inaceptables», declaró en comentarios a los medios italianos congregados en el Quirinal, aunque no contestó las preguntas de la prensa.
El martes pasado, Bersani rechazó la opción propuesta por el secretario general del Pueblo de la Libertad (PDL), Angelino Alfano, para formar una «gran coalición» entre su partido de centro-derecha y el partido de Bersani, planteando incluso que Alfano fuera el viceprimer ministro de dicho gobierno, algo que descartó el líder del PD, que rechazó que se pueda pasar de la «guerra» a los «abrazos» entre los dos partidos.
Grillo, por su parte, mantiene su promesa electoral de bloquear cualquier intento de Gobierno. Ayer miércoles estiró aún más las ya de por sí tensas relaciones entre los partidos italianos calificando a los responsables de las principales formaciones de «padres puteros de la política», al tiempo que les pidió que dejen de «dar por el culo» con la «gobernabilidad».