El Senado de Estados Unidos, bajo control demócrata, superó ayer las trabas de varios opositores y aprobó una medida que abre formalmente el debate sobre un proyecto de ley para aumentar el control de las armas de fuego en el país.
Con 68 votos a favor y 31 en contra, el Senado aprobó, con apoyo de varios republicanos, iniciar el debate sobre una iniciativa demócrata -apoyada por la Casa Blanca- que ampliaría los antecedentes penales para los compradores de armas y otorgaría financiación adicional para la seguridad en las escuelas.
Este proyecto de ley (S.649), impulsado por el líder de la mayoría demócrata en esta Cámara, Harry Reid, no incluye la prohibición de la venta de armas de asalto, un punto polémico.
No obstante, Reid dijo que habrá debate sobre enmiendas relacionadas con esa posibilidad y la de prohibir asimismo el uso de cargadores largos, a lo que se oponen la mayoría de los republicanos, celosos defensores de no limitar el derecho constitucional del ciudadano a tener armas.
Reid agradeció el apoyo de los republicanos que decidieron no bloquear el debate y aseguró que, «aunque queda mucho trabajo por hacer», habrá posibilidad de votar sobre una serie de enmiendas.
El Senado también debatirá otra enmienda que incluye el acuerdo bipartidista anunciado el miércoles por dos senadores clave en el debate, Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, y Pat Toomey, republicano por Pensilvania, aseguró Reid.
Ese acuerdo, al que se opone la influyente Asociación Nacional del Rifle, ampliaría la revisión de antecedentes a las ventas por internet y en ferias de armas, en contraste con la ley actual, que lo requiere sólo cuando las compras se hacen a través de un distribuidor autorizado.
Reid advirtió que sería «una vergüenza» si algunos legisladores intentaran boicotear las enmiendas con las que no estuviesen de acuerdo. «No podemos permitir que unos cuantos senadores arruinen (el eventual consenso) para todos», resaltó.