a Asamblea Nacional francesa ha dado este martes su visto bueno definitivo a la ley que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción por parte de estas parejas. Esta era una de las promesas electorales clave del presidente galo, François Hollande, que sin embargo ha generado una gran división entre la población.
La Cámara Baja ha dado su conformidad al texto salido del Senado por 331 votos a favor, 225 en contra y diez abstenciones. Durante la lectura del resultado, los diputados de la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP) se han ausentado de la sala.
«Tras 136 horas y 56 minutos (de debate), la Asamblea ha adoptado el proyecto de ley que abre el matrimonio a las parejas de personas del mismo sexo», ha resaltado el presidente de la Cámara Baja, Claude Bartolone.
Desde la oposición, ya se ha manifestado la intención de recurrir el texto ante el Consejo Constitucional, que deberá pronunciarse en el plazo de un mes sobre el mismo. Si éste da su visto bueno a la ley, entonces Hollande podrá promulgarla, lo que permitiría que los primeros matrimonios homosexuales se celebraran a partir de mediados de junio.
Además, los detractores del matrimonio entre personas del mismo sexo, que han venido celebrando multitudinarias manifestaciones en contra de esta iniciativa del Gobierno, ya han adelantado que no desistirán en su rechazo y tienen previstas nuevas protestas el 5 y el 26 de mayo en París.
La ministra de Justicia, Christiane Taubira, promotora de la ley, ha asegurado estar «embargada por la emoción» tras producirse la votación. «El texto que habéis aprobado hoy es incontestablemente un texto generoso», ha afirmado, lamentando los homosexuales que han resultado «heridos» en ataques durante el debate del proyecto de ley.