El Parlamento griego aprobó por mayoría absoluta el nuevo paquete de medidas exigidas por la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) para continuar desembolsando fondos destinados a la financiación del país mediterráneo. La ley, que ha sido tramitada en un sólo texto de 109 artículos para darle mayor agilidad, fue aprobada gracias a la mayoría de que disponen los dos partidos que forman el Gobierno, el conservador Nueva Democracia (ND) y el socialdemócrata Pasok, en el hemiciclo de 300 diputados.
Casi todos los artículos fueron aprobados con una mayoría de 153 votos, ya que dos de los diputados oficialistas se abstuvieron o votaron en contra, al igual que toda la oposición presente. La parte más polémica del texto aprobado se refiere a los despidos de empleados públicos, que han puesto a los funcionarios en pie de guerra.
Despidos masivos
En total, 4.000 funcionarios serán despedidos en 2013 y 11.000 más en 2014; además, 25.000 empleados públicos, la mitad de ellos antes de septiembre, deberán entrar este año en el esquema de movilidad laboral por el que cobrarán un 75 % de su salario base durante un periodo de 8 meses, al final del cual se decidirá si son recolocados o despedidos definitivamente. «El esquema de movilidad laboral no funcionará porque no quedan puestos de trabajo en la Administración», explicó Jristos Antoniu, del sindicato de profesores OLME, durante una manifestación de unas 3.000 personas frente al Parlamento mientras se debatía la nueva ley.
Antoniu consideró que estos trabajadores serán, sin duda, despedidos, como ya está ocurriendo con otros funcionarios que con anterioridad entraron en este esquema.
Dentro de la cámara, el ministro de Reforma Administrativa, Kyriakos Mitsotakis (ND), defendió la necesidad de «tomar decisiones difíciles» de forma «rápida» ya que si no se aprobaban los despidos no se desembolsará el siguiente tramo del rescate. El líder de la oposición, el izquierdista Alexis Tsipras, tildó la nueva medida de «una gota en medio del océano» de medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno, al que acusó de estar al servicio de Alemania, en referencia a la visita que llevó a cabo horas después el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, para animar a Grecia a seguir el camino de los ajustes.