El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha anunciado que el enviado especial de Estados Unidos para Sudán y Sudán del Sur, Donald Booth, partirá hacia la región y ha subrayado que «la violencia debe parar y el diálogo debe intensificarse» en el país más joven del mundo.
En un comunicado, Kerry afirma que, «para ayudar a facilitar este proceso, hemos pedido a nuestro enviado especial de Estados Unidos para Sudán y Sudán del Sur, el embajador Donald Booth, que viaje a la región y apoye los esfuerzos regionales que ya están en marcha». «Partirá hoy (por el viernes)», añade.
Kerry confirma que llamó la noche del jueves al presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, para urgirle que «proteja a todos los ciudadanos sursudaneses y trabaje hacia la reconciliación».
«Ahora es momento que los líderes de Sudán del Sur tengan a los grupos armados bajo su control, se cesen los ataques contra los civiles de forma inmedianta y se ponga fin a la cadena de violencia retributiva entre los diferentes grupos étnicos y políticos», remarca Kerry.
El jefe de la diplomacia estadounidense llama así al diálogo tras invocar el proceso que condujo en julio de 2011, mediante referéndum, a la independencia de Sudán del Sur, en virtud de un acuerdo firmado seis años antes que concluyó a décadas de sangrientos combates entre las tropas sudanesas y sursudanesas. Este resultado se produjo, según rememora Kerry, «sabiendo muy bien que las decisiones más difíciles aún estaban por venir».
Violencia en Sudán del Sur
Por otra parte, Kerry asegura que la comunidad internacional está «especialmente centrada en la violencia profundamente alarmante» en Sudán del Sur y ratifica su respaldo a las «aspiraciones» del pueblo sursudanés.
«Estamos todos decididos a continuar apoyando las aspiraciones de un pueblo que ha soportado demasiados años de conflicto y sacrificado demasiado para permitir que su joven país se vea abocado a la confusión», argumenta el jefe de la diplomacia estadounidense. «La paz es la única opción», agrega.
Sin embargo, advierte de que dicho apoyo podría ser «menoscabado» si las disputas políticas empujan al país hacia un «conflicto sin sentido» y que cualquier ataque armado perpetrado en la capital, Yuba, «será visto como un intento de lograr una usurpación del poder fuera de la ley» susceptible de ser condenada globalmente.
En el comunicado, Kerry condena «enérgicamente» el ataque del pasado jueves contra la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) en la localidad sursudanesa de Akobo, en el estado de Jonglei, escenario de los más violentos enfrentamientos.
«Llamamos a todas las partes a respetar a la UNMISS, a evitar cualquier ataque contra sus trabajadores y a ayudar a a facilitar su misión de proteger a los civiles que van en busca de refugio del conflicto, así como asegurar la entrega de ayuda humanitaria para todos aquellos que la necesitan», señala.
Al menos 20 civiles murieron en el ataque cometido contra su base en Akobo, además de dos cascos azules indios, según ha confirmado este viernes la UNMISS.
Llamamientos a la calma
Asimismo, la asesora de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y exembajadora ante la ONU, Susan Rice, ha hecho un llamamiento al pueblo sursudanés para que apuesten por la paz y un Sudán del Sur «unificado y cohesionado». «Tomar esta decisión por vosotros mismos y vuestros hijos», ha recalcado en un mensaje grabado.
En la misma línea que Rice y Kerry se pronunció Obama este jueves y lo ha vuelto a hacer este viernes para anunciar el despliegue de 45 militares en Sudán del Sur para proteger la Embajada y a los funcionarios norteamericanos en este país.
«Aunque equipada para el combate, esta fuerza fue desplegada con el objetivo de proteger a los ciudadanos y propiedades estadounidenses», ha señalado Obama en una carta al Congreso. «Esta fuerza permanecerá en Sudán del Sur hasta que la situación de seguridad sea tal que no sea necesaria», ha apostillado el presidente estadounidense.
Cuatro soldados americanos heridos
El Ejército de Estados Unidos ha confirmado que cuatro de sus soldados han resultado heridos por los disparos efectuados contra el avión en el que se disponían a evacuar a ciudadanos estadounidenses atrapados en Sudán del Sur, según ha informado el Mando Africano en un comunicado recogido por Reuters.
El aparato tuvo que abortar su misión al recibir varios disparos cuando intentaba aterrizar en Bor, en el estado de Jonglei, al norte de la capital del país, según explicó por otro lado el portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby, a la cadena CNN.
«El avión se desvió a un aeródromo situado fuera del país y los soldados heridos están recibiendo tratamiento en Nairobi, Kenia», confirmó el oficial, que no precisó el estado de las heridas. Fuentes gubernamentales ugandesas habían informado previamente que uno de los soldados se encontraba en estado crítico, según Associated Press.
Jonglei ha sido uno de los estados más afectados por los combates entre militares partidarios del actual presidente, Salva Kiir, y seguidores del ex vicepresidente Riek Machar.