El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió ayer a los líderes europeos de que Moscú podría cortar el envío de gas que pasa a través de Ucrania debido al continuo impago de este país y pidió «consultas inmediatas» a tres bandas acerca de esta cuestión. El 30 % de la demanda europea la suministra Rusia y la mitad del petróleo pasa a través de los gasoductos ucranianos.
Putin envió una carta a los líderes de 15 países europeos y de Turquía que reciben gas ruso a través de Ucrania, en la que expresa su profunda preocupación por la deuda de este país por el gas que importa desde Rusia, y que supera los 2.000 millones de dólares (algo más de 1.500 millones de euros), según informó el Kremlin.
En la misiva, el mandatario ruso asegura que Moscú no exigirá a Kiev otras condiciones para el pago del gas que las estipuladas en el contrato existente desde 2009, pero observa que la compañía estatal Gazprom estaría en su derecho de enviar sólo el gas pagado por adelantado y, en caso extremo, de cortar el suministro.
Medida extrema
«Desde luego, esto sería una medida extrema. Nos damos cuenta de que eso aumentaría el riesgo de la toma ilegal del gas que va a través del territorio de Ucrania hacia los consumidores europeos y que podría dificultar la formación de las reservas de gas en Ucrania para el invierno», afirma Putin en la carta.
Pero, al mismo tiempo, advierte de que «Rusia no puede y no debe sostener sola la carga de la economía ucraniana ofreciendo rebajas y perdonando las deudas y, de hecho, usando esos subsidios para cubrir el déficit de Ucrania en su comercio con los países de Europa».