El magnate Petró Poroshenko proclamó hoy que «Ucrania tiene un nuevo presidente» tras su victoria en los comicios presidenciales del domingo, según los sondeos a pie de urna divulgados por las televisiones locales al cierre de los colegios.
«Las elecciones tuvieron una sola vuelta», aseguró un exultante Poroshenko durante una multitudinaria rueda de prensa en la capital ucraniana, en la que dijo que quiere convocar elecciones legislativas antes de fin de año.
Poroshenko defendió su apuesta por el futuro ingreso en la Unión Europea y manifestó su oposición a la federalización de Ucrania, como exigen el este rusohablante y el Kremlin.
Al mismo tiempo que aseguró que Ucrania debe seguir siendo «un Estado unitario», adelantó que su primer viaje como presidente será al Donbass, la cuenca hullera ucraniana que incluye a las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk.
Poroshenko subrayó que su prioridad como jefe del Estado será acabar con la guerra y el caos en los que se encuentran sumidos los territorios controlados por las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Según los tres sondeos a pie de urna, Poroshenko habría ganado los comicios con entre un 55,7 y un 57,3 por ciento de los votos, muy por delante de la ex primera ministra, Yulia Timoshenko.
Entre otras cosas, en su programa electoral Poroshenko defiende la concesión del estatus oficial a la lengua rusa en las regiones donde es hablada por más del 10 por ciento de la población.
Además, en un gesto de que lanzará una lucha sin cuartel contra la corrupción, prometió que venderá su empresa Roshen, uno de los mayores productores mundiales de bombones y dulces, que le han valido el apodo del «Rey del Chocolate».
Poroshenko, que ya participó activamente en la incruenta Revolución Naranja de 2004, fue el principal patrocinador de las protestas del Euromaidán que desembocaron en disturbios y en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich.