Los líderes del G7, los países más industrializados del mundo, concluyeron hoy una cumbre en la que acordaron trasladar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, su disposición a adoptar más sanciones si los acontecimientos en Ucrania lo requieren.
«Desde que empezó la crisis en Ucrania los miembros del G7 y la Unión Europea (UE) han estado unidos en su respuesta a los actos de agresión» de Rusia, dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en una rueda de prensa al término de la reunión.
Van Rompuy aseguró que «si los eventos lo requieren, estamos dispuestos a intensificar las sanciones y a considerar medidas adicionales», y apuntó que de forma «individual» los líderes del G7 darán este mensaje a Putin, en la celebración del aniversario del Desembarco de Normandía este viernes en Francia.
En ese sentido, indicó que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión «evaluarán la situación» en Ucrania en la cumbre que celebrarán el 26 y 27 de junio.
El presidente del Consejo Europeo declaró que fue «excepcional» ver al G7 reunido en Bruselas, ya que «la crisis ruso-ucraniana es la razón por la que estamos aquí» y no en la ciudad rusa de Sochi, donde el evento con la participación de Moscú fue cancelado por los líderes por su comportamiento en el país vecino.
«Éste es el primer G7 en quince años» que se celebra con la ausencia de Rusia, enfatizó Van Rompuy.
Así, indicó que los líderes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón, junto a la UE, se han mantenido unidos a la hora de reaccionar desde un punto de vista «no sólo político, sino también económico», con sanciones que han tenido su impacto en la economía rusa.
En paralelo a esa posición firme frente al comportamiento de Rusia, Van Rompuy destacó que el G7 ha desarrollado una «agenda positiva, una agenda diplomática» para rebajar la tensión con Rusia, y una «agenda de estabilidad para ayudar a Ucrania económica, financiera y políticamente».
Por su parte, indicó que Kiev también ha impulsado una «agenda positiva» al trabajar en una reforma constitucional, la descentralización del Estado, el establecimiento de un diálogo nacional o la organización de unas organizaciones presidenciales «libres y justas».
El político belga volvió a insistir, en nombre del G7, en la necesidad de que Rusia «contribuya a una solución política», acelerando la retirada de los militares que ha acumulado en la frontera con Ucrania y defendiendo la deposición de las armas por parte de los separatistas prorrusos en el este del país.
«Lo más importante es que el G7 está unido por Ucrania, unidos en lo político y en lo económico, respaldando a los ciudadanos y a un país fuerte y democrático», destacó por su parte el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.