Hasta 300 militares serán desplegados a partir de este sábado progresivamente en las ciudades de Bruselas y Amberes, como parte del plan del Gobierno belga para intensificar la vigilancia contra la amenaza yihadista tras la operación policial antiterrorista efectuada el jueves en diversos puntos del país.
Así lo decidió el Gobierno en un Consejo de Ministros extraordinario en la noche del viernes, después de que el nivel de alerta antiterrorista pasara del nivel dos al tres en una escala de cuatro, informa la agencia Belga.
Las autoridades belgas han decidido desplegar los efectivos militares en las principales ciudades del país, la capital y Amberes (norte), aunque admitieron que también podrían incluir a Verviers (este), donde esta semana murieron dos presuntos terroristas tras intercambiar disparos con la policía, así como otros lugares.
Estos militares, que se encargarán de reforzar las medidas de vigilancia y seguridad, será movilizados a propuesta de los ministros belgas de Interior, Jan Jambon, y de Defensa, Steven Vandeput.
«Los militares movilizados estarán armados y tendrán como tarea principal la vigilancia de ciertos lugares. Irán a reforzar a los servicios de policía», señaló el Gobierno belga, que agregó que la medida será «evaluada regularmente».
Vandeput detalló en una rueda de prensa que hoy serán desplegados 150 militares -el equivalente a una compañía- para proteger sitios sensibles en Bruselas y Amberes, cifra que se doblará a lo largo de la próxima semana, dijo.
Los lugares que permanecerán bajo vigilancia serán sitios «estratégicos» como embajadas (especialmente las de Estados Unidos e Israel), oficinas del Gobierno belga e instituciones judías, según recoge la agencia Belga.
Seis militares han sido destacados en el Museo Judío de Bruselas, donde en mayo murieron cuatro personas en un atentado, y también han sido desplegados en el barrio judío y donde se ubican las tiendas de diamantes de Amberes.
Esta medida forma parte de una docena de iniciativas presentadas el viernes en un plan de lucha contra el radicalismo y el terrorismo, después de la operación contra el aparato operativo y logístico de una célula de presuntos yihadistas que planeaban un atentado inminente contra la Policía en comisarías y vías públicas.
En una entrevista con la cadena RTBF y «Le Soir», el coordinador antiterrorista de la Unión Europea (UE), Gilles De Kerchove, afirmó hoy que la operación policial belga, fruto de «varios meses de trabajo», se aceleró porque la célula islamista iba a perpetrar un atentado «el viernes».
«La amenaza sigue siendo muy seria y cada vez es más compleja», dijo, ya que estos terroristas no tienen por qué pertenecer a una organización como Al Qaeda sino que pueden actuar por «imitación».
En opinión de Kerchove, el alto número de candidatos belgas para viajar a Siria a combatir se debe a la labor del movimiento islamista radical belga «Sharia4Belgium», que busca implantar la «sharia» o ley islámica en Bélgica y cuyos líderes fueron juzgados.
Por otra parte, el diario «De Tijd» adelanta hoy el resultado del informe anual de la Fiscalía federal, que destaca que el número de dosieres abiertos relativos al terrorismo aumentó «con fuerza» en 2013.
Según detalla, en 2012 la Fiscalía había abierto 60 investigaciones penales nuevas contra presuntos terroristas, cifra que pasó a 150 en 2013.
Por otra parte, el número de expedientes que contenían informaciones sobre sospechosos de terrorismo se incrementó en un 38 %, desde 394 en 2012 a 547 en 2013.
De las 150 nuevas investigaciones abiertas por la Fiscalía en 2013, sólo una acabó en manos de los jueces, indica «De Tijd», mientras que la mayoría de ellas trataban sobre jóvenes que se habían del país para combatir junto a yihadistas en Siria o Irak.