Un tiroteo contra un centro cultural en Copenhague, donde se celebraba un debate sobre blasfemia y libertad de expresión, causó este sábado un muerto y tres heridos en un incidente calificado por las autoridades de atentado terrorista.
«Todo indica que el ataque fue planeado y las circunstancias en torno al tiroteo apuntan a que se trata de un atentado terrorista», informaron los servicios de inteligencia daneses (PET), que buscan al autor del tiroteo.
La Policía no ha podido confirmar aún si el objetivo era el artista sueco Lars Vilks, amenazado por grupos islamistas por retratar en 2007 a Mahoma como un perro y que estaba presente en el lugar, al igual que el embajador francés en Dinamarca. Ambos resultaron ilesos en el suceso.
El atentado se produjo mientras se celebraba en el interior del local, situado en la zona este de la capital y cerca del estadio nacional Parken, un seminario organizado por el comité de apoyo a Vilks, que cuenta con protección policial desde hace años.
La Policía pensaba inicialmente en dos sospechosos pero, tras completar los primeros interrogatorios, cree ahora que todo indica que se trata de una sola persona, un hombre «de rasgos árabes» de entre 25 y 30 años, que llevaba cubierta la parte inferior de la cara con un pañuelo y portaba un arma automática.
Ha sido difundida una imagen borrosa del sospechoso captada por una cámara de seguridad próxima al lugar mientras se ha desplegado en el centro de Copenhague un fuerte dispositivo de seguridad.
En el atentado, en el que se dispararon según testimonios presenciales entre 30 y 40 tiros, resultó muerto un civil de unos 40 años y heridos de levedad tres agentes, dos de ellos miembros del PET, en el hombro, la pierna y en el pubis, respectivamente.
El coche usado en la huida fue encontrado a unos tres kilómetros del centro cultural, aunque no han sido localizadas las armas usadas en el tiroteo.
El Gobierno ha elevado al máximo el nivel de alerta en la capital y el Ministerio de Defensa ha puesto a disposición de la policía personal para ayudar en la captura del sospechoso, la «principal prioridad» ahora mismo, como dijo la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt.
Thorning-Schmidt calificó lo ocurrido de «acto cínico de violencia» por el que siente «profunda ira», una línea similar a la que han seguido otros líderes políticos daneses.
«Estoy aquí esta noche para decir que no queremos una Dinamarca así. Nos llena de ira y desprecio, y todos los daneses condenamos lo ocurrido», dijo la líder socialdemócrata en una rueda de prensa en el lugar del atentado.
El seminario, con el título «Arte, blasfemia y libertad de expresión», había sido organizado por el Comité Lars Vilks.
Vilks, de 68 años, ha recibido amenazas de varios grupos fundamentalistas islámicos desde que en agosto de 2007 publicó un retrato de Mahoma como un perro en el periódico sueco «Nerikes Allehanda».
Los tribunales de Suecia condenaron en 2010 a dos y tres años de cárcel a dos hermanos por incendiar la casa del artista en el sur de este país nórdico.
Dinamarca ha sufrido varios intentos de atentado en los últimos años tras su intervención en las guerras de Irak y Afganistán, y la publicación en 2005 de una famosa serie de caricaturas de Mahoma por el diario conservador «Jyllands-Posten», que provocó un conflicto internacional con varios países musulmanes.
La sede de «Jyllands-Posten» y el caricaturista Kurt Westergaard, autor de un dibujo de Mahoma con un turbante-bomba, han sido el blanco preferido, aunque los servicios de inteligencia daneses habían abortado hasta ahora todos los intentos.