Un joven de 17 años de Perú tenía una larva de gusano en uno de sus ojos que se había desarrollado tras una picadura de mosquito hacía un mes. Para extraerla, una oftálmologa decidió utilizar albahaca como cebo para que la larva, de tres centímetros de largo, comenzara a salir del párpado y así evitar una intervención mayor.
Una vez que salió la cabeza, el profesional sanitario extrajo el resto del animal con unas pinzas.
La doctora señaló que era necesario sacar cuanto antes el gusano para evitar posibles infecciones graves.
Me choca que la doctora se toque el pelo para ponerse el gorro con los guantes de operar puestos, la verdad, pero buen trabajo por el resultado, desde luego. Y lo mejor, la reacción del "equipo médico" al ver el cuco y empezar a pegar gritos y saltos, cuando te tienen manos y pinzas en el ojo.