Treinta y cinco mujeres que aseguran haber sido víctimas de abusos sexuales por parte del actor estadounidense Bill Cosby detallan sus acusaciones en el último número de la revista New York Magazine, publicado este lunes.
La historia ocupa la portada de la publicación, en la que aparecen las mujeres fotografiadas en blanco y negro y sentadas en la misma postura, junto a una silla vacía que representa a otras que no han podido hacer públicas sus acusaciones.
New York Magazine entrevistó por separado a cada una de las supuestas víctimas de la estrella televisiva, que lleva meses en el centro del huracán desde que varias mujeres le acusasen de violación.
Entre ellas aparecen la conocidas exmodelos Janice Dickinson y Beverly Johnson, dos de las mujeres que ya habían hecho públicas sus denuncias, junto a otras que se habían mantenido en el anonimato.
Según la revista, 46 mujeres aseguran haber sufrido abusos por parte de Cosby, que ya en 2005 admitió bajo juramento haber adquirido sedantes para administrarlos a mujeres con las que quería mantener relaciones sexuales.
Los supuestos abusos se mantuvieron durante años fuera de la luz pública y, en sus entrevistas con New York Magazine, varias de las mujeres destacan las presiones que sufrieron para no denunciar abiertamente lo ocurrido.
En varios casos, el cómico pagó a varias jóvenes para que no hablasen sobre las relaciones sexuales que habían mantenido, según admitió el propio Cosby en un interrogatorio hace diez años y dado a conocer este mes.
El actor de 78 años siempre ha negado las acusaciones y no tiene cargos en su contra, pero estas han acabado con la positiva imagen que el público tuvo de él durante décadas.
El intérprete fue durante las décadas de 1960, 70 y 80 el referente de la comedia televisiva en EE.UU. y «La hora de Bill Cosby» sentó un precedente en la pequeña pantalla, un programa que emitió la cadena NBC, la cual ya anunció que debido a los escándalos sexuales no volverá a trabajar con él.
Este lunes, tras publicar su nueva portada, la página web de New York Magazine se quedó durante varias horas sin acceso, lo que la publicación atribuyó a problemas técnicos.