Naciones Unidas denuncia que unos mil millones de personas en todo el mundo aún no tienen acceso a un retrete propio y deben defecar en la calle, mientras que hasta 2.400 millones de personas no disponen de letrinas en condiciones óptimas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y malnutrición.
El organismo internacional celebra este jueves 19 de noviembre el Día Mundial del Retrete -#WorldToiletDay-, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de los aseos a la hora de tener una mejor nutrición y una mejor salud, y recuerdan que entre los Derechos Humanos está el acceso al agua potable y un buen saneamiento.
Además, la ONU asegura que el riesgo de esta falta de retrete es mayor para mujeres y niños, ya que en ocasiones pueden sufrir abusos o violaciones por no disponer de un baño propio en el que hacer sus necesidades fisiológicas.
En esta edición, la ONU ha utilizado la etiqueta #nopodemosesperar para impulsar una campaña que busca concienciar de que todavía queda mucho por hacer para conseguir que toda la población mundial tenga acceso a un baño en condiciones de salubridad, e insta a organizar exposiciones, escribir una canción o hacer una caricatura en el que el protagonista sea el retrete.
«Entre los objetivos para 2030 instamos a renovar nuestros esfuerzos para proporcionar acceso a un saneamiento adecuado en todo el mundo», ha señalado Ban Ki-Moon, secretario general de Naciones Unidas, que defiende la necesidad de «cambiar las percepciones y prácticas culturales a largo plazo que dificultan la búsqueda de la dignidad».
Con motivo de este día, la ONG Ongawa ha invitado a la ciudadanía a plantar un pino por el Derecho al Saneamiento en la Plaza de Jacinto Benavente en Madrid, con el objetivo de denunciar que haya millones de personas defecando al aire libre.