El grupo terrorista Estado Islámico (EI) anunció este martes la muerte del yihadista «John», responsable del asesinato de rehenes occidentales en Siria, en un ataque con un avión no tripulado el pasado 12 de noviembre.
En el último número de la revista Dabiq, editada en inglés por el EI, se asegura que Mohammed Emwazi, a quienes los extremistas conocían como Abu Muharib al Muhayir, murió cuando el vehículo en el que viajaba fue bombardeado por un dron en la ciudad de Raqa, principal bastión de los yihadista en Siria.
El 13 de noviembre de 2015, el Gobierno de Estados Unidos había asegurado que tenía «una gran confianza» y «una certeza razonable» sobre la muerte Emwazi en un ataque aéreo estadounidense en la ciudad siria de Al Raqa.
«Es aún un poco pronto. Tenemos una certeza razonable de haber matado al objetivo que intentábamos matar, que era el Yihadista John. Tomará algún tiempo, como siempre, declarar formalmente que tuvimos éxito en la operación», afirmó entonces el portavoz del Pentágono en Irak, Steven Warren.
El portavoz indicó que el ataque había sido lanzado con un dron que disparó un misil Hellfire en Al Raqa.
Según el artículo de la revista del EI, que le dedica dos páginas a Emwazi, el terrorista era de nacionalidad británica, originario de Kuwait y su madre era yemení.
Identificado en febrero de 2015, Emwazi fue visto por primera vez en unas imágenes divulgadas por el EI a través de internet en agosto de 2014, cuando apareció en el vídeo del asesinato del periodista estadounidense James Foley.
Además, apareció en los vídeos del EI en los que se mostró la decapitación del también periodista estadounidenses Steven Sotloff, el cooperante estadounidense Abdul-Rahman Kassig, los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, y el periodista japonés Kenji Goto.
Ya en 2011, los servicios de contraespionaje británicos MI5 le consideraban una «persona de interés», a la que debían vigilar, pues se le relacionaba con grupos extremistas.
Emwazi se crió en la capital británica y tenía una licenciatura en informática.
El caso del «Yihadista John» llamó la atención al escuchársele hablar en los vídeos con fuerte acento británico y porque se le vio colocar un cuchillo en el cuello de los rehenes, a punto de decapitarles, antes de que se cortasen las imágenes.
Según la revista Dabiq, los servicios de inteligencia británicos le impidieron en varias ocasiones viajar al mundo árabe, por considerarle sospechoso.
Finalmente logró llegar a Siria en 2012 tras atravesar Europa por tierra, según la publicación. Una vez allí, se unió a la filial de Al Qaeda en Siria, el Frente al Nusra, antes de unirse a las filas del grupo Estado Islámico.
En noviembre pasado, el portavoz que anunció su muerte, explicó que el fallecimiento de este terrorista, nacido en Kuwait en 1988, podía suponer «un golpe significativo para el prestigio del EI», aunque aclaró que Emwazi no era «una gran figura estratega» ni tampoco un miembro clave en cuestiones operacionales para el grupo yihadista.
«Su muerte es significativa para el EI, era una herramienta primaria de reclutamiento para esa organización. Todos estamos familiarizados con esos vídeos horribles de una barbarie absoluta que él publicó atacando a ciudadanos estadounidenses. Era un animal humano y matarlo hace probablemente que el mundo sea un lugar mejor», sentenció entonces el portavoz.