El expolicía George Zimmerman, responsable de la muerte del joven negro Trayvon Martin hace cuatro años, quería subastar la pistola que utilizó en este incidente, ante el estupor de la familia del joven negro abatido en Sanford (Florida), pero el revuelo que se ha organizado tras conocerse la noticia, la casa de subastas ha decidido retirar el arma de su catálogo de subastas.
Un jurado absolvió a Zimmerman de cualquier delito tras la polémica muerte de Martin, que reavivó en 2012 las protestas contra el racismo de las fuerzas de seguridad. El Departamento de Justicia le devolvió recientemente el arma, una Kel Tec de nueve milímetros.
Una página web dedicada a la subasta de armas había difundido un mensaje en el que, por un precio inicial de 5.000 dólares, se pone a la venta el arma, descrito como un «icono» y un «pedazo de la historia». «Fue usada para defender mi vida y terminar con el brutal ataque de Trayvon Martin», recoge el texto.
En declaraciones a la cadena WOFL-TV, el propio Zimmerman ha confirmado que quiere vender el arma. «Soy un ciudadano libre. Puedo hacer lo que quiera con mis posesiones», ha alegado, en una entrevista en la que también ha denunciado las amenazas de muerte que estaría recibiendo.
La familia de Martin no ha querido comentar esta polémica venta y, en cambio, ha subrayado que seguirá trabajando para poner fin a la violencia con armas de fuego en Estados Unidos, informa la cadena estadounidense CNN.