El conflicto minero en Bolivia se agravó este jueves con el asesinato del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, y la denuncia de los manifestantes de una tercera muerte entre sus filas en los enfrentamientos con la Policía.
El ministro boliviano de Gobierno (Interior), Carlos Romero, confirmó la noche del jueves que Illanes fue «cobarde y brutalmente asesinado» cuando estaba secuestrado por mineros.
«Estamos desarrollando las diligencias necesarias para que nos entreguen el cuerpo inerte del doctor Illanes. Tenemos un profundo dolor y nos solidarizamos con el dolor de la familia», dijo Romero en una declaración a los medios en el Palacio de Gobierno.
Romero se pronunció tras una reunión con otros ministros y confirmó el suceso cerca de cuatro horas después de que circulara una versión periodística sobre la muerte de Illanes en un cerro de la localidad de Panduro, a unos 180 kilómetros de La Paz.
Las autoridades aún no han logrado recuperar el cuerpo del viceministro debido a que la carretera en ese lugar sigue bloqueada por los mineros que, según diferentes versiones, velan a un tercer manifestante muerto a consecuencia de los choques con los agentes.
Romero dijo que Illanes solicitó ir a Panduro para abrir un espacio de diálogo con los bloqueadores de las cooperativas mineras, que cumplieron este jueves tres días de protestas en las carreteras para oponerse a una ley promulgada por el presidente Evo Morales.
Los mineros rechazan la norma porque estimula la formación de sindicatos en las cooperativas, lo que consideran perjudicial para el funcionamiento de ese tipo de organizaciones.
Las cooperativas mineras funcionan con alrededor de 150.000 afiliados, de los que una minoría son patrones y dirigen a decenas de miles de obreros que trabajan en condiciones precarias.
El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, dijo a un canal de televisión que el crimen no quedará impune y que se ha identificado a los cabecillas en el marco de las investigaciones del caso.
Aseguró que en la noche de hoy se detuvo a entre «100 o 120 dirigentes de la zona», en coordinación con la Fiscalía.
Acusó a los mineros de actuar con «intransigencia» porque no permiten el levantamiento del cuerpo de Illanes para que se le practique una autopsia y se lo entregue a su familia.
Según Ferreira, el presidente Morales «está profundamente conmovido» y en el gabinete están con mucho dolor porque Illanes era un viceministro «muy querido».
Simultáneamente, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) denunció la muerte hoy por heridas de bala, también en Panduro, de Ruben Aparaya Pillco, de la mina Viloco (oeste), aunque las autoridades no han logrado confirmar este deceso.
No obstante, fuentes periodísticas señalaron que el cuerpo del minero era velado en la carretera entre La Paz y Oruro.
Además, la Fiscalía recibió el cadáver de Severino Ichota, de 45 años, otro minero fallecido por heridas de bala el miércoles en los choques cerca de la localidad de Kami, en Cochabamba (centro).
En la zona de Sayari, también en Cochabamba, los cooperativistas velaron en una carretera el cadáver de la primera de las víctimas mortales de los enfrentamientos, Fermín Mamani, según constató Efe.
La escalada de violencia, que comenzó el martes en varias rutas, derivó en un número indeterminado de policías y mineros heridos y en al menos tres casos de periodistas lesionados por pedradas.
Los mineros usaron cargas de dinamita, piedras y palos para hacer frente a los policías en Panduro, como hicieron el miércoles y el martes, cuando también se registraron heridos en ambos bandos.
El Gobierno denunció que los mineros mantienen como rehenes en Kami a los suboficiales Germán Aruquipa Acarapi, de 63 años, y David Mamani, de 37 años, que cumplían labores de seguridad ciudadana.
Los mineros han exigido la liberación de sus detenidos a cambio de entregar a los agentes, como hicieron hace dos semanas en las primeras jornadas de violencia de este conflicto.
Morales se reunirá este viernes con los ministros del área política para anunciar las medidas que se tomarán.