Las autoridades de Indonesia elevaron a 92 el número de muertos y a casi 500 el de heridos por el terremoto de 6,5 grados que sacudió este miércoles la provincia de Aceh, en el norte de Sumatra, donde varias personas siguen atrapadas entre los escombros.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha expresado sus condolencias a las víctimas y ha ordenado a los ministros implicados en las operaciones de búsqueda, asistencia y rehabilitación que visiten la zona cuanto antes.
Unas 740 personas, principalmente soldados, han sido incorporados a las tareas de búsqueda y rescate.
La sacudida ocurrió en el municipio de Pidie Jaya, situado a unos 120 kilómetros al este de Banda Aceh, la capital provincial, y a 8,2 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo.
Inicialmente este organismo había medido el seísmo en 6,4 grados de magnitud con el hipocentro situado a 17 kilómetros de profundidad.
El temblor, que duró unos tres minutos y fue seguido de varias réplicas, provocó el desplome de 72 casas y 6 mezquitas en el conjunto de Pidie Jaya, según la Agencia Nacional de Prevención de Desastres (BNPB).
La agencia añadió que unas 1.500 personas, la mitad de ellas militares, participan en las tareas de rescate de vecinos que siguen sepultados bajo las runas.
«Necesitamos equipamiento pesado para retirar los escombros pero no tenemos esta maquinaria, la estamos esperando», dijo el jefe de BNPB en Pidie Jaya, Apriadi, según el portal Serambinews.
La región del movimiento telúrico es la misma en la que en 2004 un potente seísmo de entre 9,1 y 9,3 grados formó un tsunami en el océano Índico que mató a unas 230.000 personas en una docena de países, la mayoría de ellos en Aceh.
Indonesia se asienta sobre el «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida al año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.