Los chefs Mathew Peters y Harrison Turone dieron este jueves a Estados Unidos el primer Bocuse d'or de su historia, el prestigioso galardón de alta gastronomía que se entrega cada dos años en la localidad francesa de Lyon.
Los cocineros de Estados Unidos superaron a los noruegos Christopher William Davidsen y Havard Werkland y a los islandeses Viktor Andresson y Hinrik Larusson, que completaron el podium de entre los 24 países que participaron en la final.
Peters es el chef del restaurante Per Se, de Nueva York, y logró el galardón para su país, que en la pasada edición del concurso había quedado segundo gracias a Philip Tessier y Skylar Stover.
Reto
Para su 30 edición, el Bocuse d'or preparó una sorpresa a los participantes, que debieron cocinar un pollo de Bresse (denominación de origen de aves criados en libertad) con crustáceos, un desafío con el que los organizadores trataron de homenajear a una receta típica de Lyon, ciudad del célebre cocinero que da nombre al evento, Paul Bocuse.
Además, los chefs tuvieron que crear un plato totalmente vegetal, otra exigencia inédita del concurso.
Para ello, disponían de poco más de cinco horas y media en los fogones ante las cámaras de televisión y el ruidoso público que se da cita en el recinto ferial de Lyon.