El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, aprobaron la noche del martes la construcción de 3.000 nuevas viviendas en colonias de los territorios palestinos ocupados de Cisjordania.
El anuncio se suma a las 2.500 casas en asentamientos que se autorizaron el pasado martes y ocurre en plena evacuación de la colonia de Amoná, que por orden judicial tiene que ser desalojada en las próximas 24 horas.
Según un comunicado de Defensa, «2.000 unidades están preparadas para la comercialización inmediata y el resto se encuentra en diversas etapas de depósito y efecto».
Con esta nueva medida, el Gobierno ha dado luz verde a la construcción de un total de 5.500 casas en asentamientos de Cisjordania y 566 en la zona oriental palestina de Jerusalén, desde que el republicano Donald Trump llegara a la presidencia de Estados Unidos.
La comunidad internacional condena la edificación por parte de Israel en todos estos territorios ocupados desde 1967 y la última resolución 2334 aprobada en diciembre en el Consejo de Seguridad, por la abstención de Estados Unidos, instó a paralizar toda actividad colonizadora.
«Estamos en un nuevo período en el que la vida en Cisjordania vuelve a la normalidad y puede ser una respuesta adecuada a las necesidades de la vida en la región», manifestó el ministro de Defensa como hiciera la semana pasada en alusión a las posibilidades de construir en territorio ocupado con la nueva presidencia estadounidense.
Netanyahu también adelantó el pasado domingo, dos días después de la investidura de Trump, que permitirá a la Alcaldía la construcción en Jerusalén Este que hasta ahora limitaba por las críticas del Gobierno de Barack Obama.
El anuncio llega horas antes de que se ejecute la orden de desalojo de la colonia de Amoná, en Cisjordania, que según el digital Ynet se producirá a las 6.00 de la mañana, hora local(4.00 GMT).
Hoy los residentes recibieron una notificación del Ejército israelí, firmada el día 30 de enero, por la que debían abandonar el asentamiento en el plazo de 48 horas.
El Gobierno se ha enfrentado a una férrea oposición de los residentes y ha intentado impedir en balde el desalojo, hasta que solicitó en diciembre una moratoria para llevar a cabo un plan de reubicación en tierras próximas, también en territorio ocupado.
El Tribunal Supremo estableció el 8 de febrero como fecha límite para la evacuación, que según la orden del Ejército recibida hoy se efectuará antes de plazo.
La propuesta gubernamental está siendo estudiada por la Justicia después de que la ONG israelí, Yesh Din, demandara en nombre de palestinos la propiedad de las tierras donde se pretende recolocar a parte de los colonos.