Diez policías israelíes han resultado heridos de levedad en los enfrentamientos con colonos que tratan de evitar la evacuación del asentamiento judío de Amoná, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, en cumplimiento de una orden del Tribunal Supremo israelí.
Siete familias abandonaron esta mañana voluntariamente sus viviendas y la Policía continúa las conversaciones con los líderes de la comunidad para convencerles de que marchen por su propio pie, señaló a Efe el portavoz policial Micky Rosenfeld.
«No está siendo una evacuación pacífica. Han arrojado piedras, líquido ácido y hay oficiales heridos», añadió.
Decenas de jóvenes que acudieron al lugar en los últimos dos días para mostrar su apoyo y resistir la expulsión se han enfrentado a las fuerzas policiales arrojándoles a su llegada piedras, lejía y otros líquidos, y quemando neumáticos y encendiendo hogueras.
También hicieron hileras de personas agarradas unas a las otras para impedir el paso de los agentes, que vencieron la resistencia a empujones y rodearon todas las viviendas.
Los jóvenes gritaban a los policías, les increpaban y les acusaban de ser unos traidores contra su propio pueblo, algo que hizo que un agente rompiera a llorar y tuviera que abandonar su puesto.
Según el plan estipulado, la Policía sacará hoy a todas las familias y sellará las casas, que deberían derribarse mañana.
El Ejército israelí rodea el perímetro exterior del asentamiento, situado al noreste de Ramala y donde hasta hoy residían 42 familias de colonos, unas 240 personas.
Alrededor de 3.000 efectivos de las Fuerzas de Seguridad participan en el operativo, mientras que unas 2.000 personas -la mayoría de ellos colonos jóvenes y adolescentes- protesta en Amoná contra la evacuación.
La colonia está levantada sobre terrenos propiedad privada palestina, por lo que fue declarada ilegal por la Justicia israelí (para la legislación internacional, todos los asentamientos en territorio ocupado lo son) y el Tribunal Supremo ordenó en 2014 su evacuación.
Desde entonces, el Gobierno israelí ha logrado aplazamiento tras aplazamiento, hasta que el martes la corte ordenó que su sentencia se cumpliese en 48 horas.
El Ejecutivo ha presentado una propuesta de reubicación en unas tierras próximas, también en territorio ocupado y que la ONG israelí Yesh Din ha pedido rechazar en representación de palestinos que reivindican la propiedad de los terrenos.