Kiersten Miles es una joven, que tras varias semana cuidando a la niña Talia, descubrió que la pequeña necesitaba un trasplante de hígado para vivir.
Kiersten no lo dudó ni un instante y decidió hacerse las pruebas para poder ser ella la donante para el trasplante de Talia. Las pruebas dieron positivo.
La joven se sometió a una operación que la tuvo 14 horas en quirófano, y ha tardado nueve días para recuperarse de la intervención.
En sus redes sociales, Kiersten ha animado a la gente a hacerse donante: «Al convertirse en un donante de órganos puede salvar hasta 8 vidas».