Unos ciclistas que realizaban una ruta de montaña en el parque Malino Brdo Bikepark, en Ruzomberok, Eslovaquia fueron perseguidos por un oso pardo.
Uno de los ciclistas llevaba una cámara y pudo grabar el momento en que el animal iba detrás de ellos a velocidad de crucero.
Todo empezó, cuando el ciclista que iba a la cola, vio al animal y, entre gritos, alertó a sus compañeros. A lo mejor, los gritos o la presencia de los ciclistas fue lo que hizo que el oso quisiera unirse a ellos. Gracias a dios, todo quedó en un susto, y el oso dejó de seguirles.