El jefe de la policía del área metropolitana de Manchester, Ian Hopkins, calificó este jueves de «significativas» las ocho detenciones realizadas hasta la fecha en relación con el atentado terrorista del pasado lunes.
En una breve comparecencia ante los medios, indicó además que los «objetos» recabados por los agentes en las últimas redadas son «importantes» para la investigación del atentado, que causó 22 muertos y 64 heridos, de los cuales 23 están en estado «crítico».
Hopkins se refirió a las recientes filtraciones hechas por Washington a medios estadounidenses antes de que esas informaciones fueran difundidas por el Reino Unido, y confesó que han ocasionado «angustia y molestia» a los familiares de las víctimas.
El jefe del cuerpo de policía informó de que los ocho arrestados «son todos hombres», tras la liberación de una mujer detenida este miércoles.
Recordó que esos arrestos se produjeron en áreas de Manchester, Wigan y Nuneaton, y que los agentes «llevan ahora a cabo redadas relacionadas (con el ataque) en varias direcciones».
«Estos tres días han sido intensos para los policías y los empleados del cuerpo de Greater Manchester, junto con la red nacional de policía antiterrorista y los servicios de inteligencia británicos», observó.
También quiso «tranquilizar a los ciudadanos» al asegurar que «las detenciones efectuadas hasta ahora son significativas, y que los registros realizados inicialmente en varias direcciones han revelado objetos muy importantes para la investigación».
Sobre la labor policial, Hopkins advirtió que «llevará varios días completar los registros».
En su intervención, aludió brevemente a las recientes filtraciones desde Washington a medios norteamericanos sobre el atentado, que han molestado al Gobierno de la primera ministra, Theresa May.
Según Hopkins, esas publicaciones han ocasionado «angustia y molestias a las familias de las víctimas que ya están sufriendo terriblemente por sus pérdidas».
May indicó hoy en un mensaje grabado difundido por la BBC, antes de desplazarse a la cumbre de la OTAN en Bruselas, que pedirá al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que «mantenga segura» la información de inteligencia que le transmita de forma confidencial el Reino Unido.