El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha asegurado que al menos cinco millones de niños viven en las zonas afectadas por terremoto de magnitud 7,1 que sacudió el martes la zona centro y sur de México y que ha dejado al menos 293 muertos.
Las Misiones de Evaluación Rápida de UNICEF en Ciudad de México, Morelos y Puebla han advertido de la necesidad de tomar medidas de protección, higiene y regreso al entorno escolar para proteger la integridad física y emocional de los niños en los lugares más afectados por el seísmo.
"Estamos hablando de una población infantil de aproximadamente cinco millones, cuyas necesidades varían según las experiencias vividas durante el terremoto", ha asegurado el representante del organismo en México, Christian Skoog.
"En todos los casos, el cuidado adecuado, incluido en lo referente a salud física y mental, y un pronto retorno a la normalidad a través de la escuela ofrecen la fórmula más segura para su total recuperación", ha añadido Skoog.
UNICEF ha asegurado que se debe apoyar al establecimiento de escuelas temporales, al igual que el suministro de agua potable en municipios altamente afectados, como Puebla y Morelos, y la distribución de artículos básicos de higiene.
En cuanto a la protección infantil, el organismo ha planteado la creación de espacios en los que los niños afectados puedan recuperarse de la experiencia y recibir el apoyo necesario a nivel emocional.
El Fondo de la ONU para la Infancia también ha recordado que es crucial mantener el apoyo a los afectados por el terremoto anterior en Oaxaca y Chiapas, de magnitud 8,2 en la escala de Richter que dejó más de un centenar de muertos.
"Las necesidades de los niños, niñas y adolescentes de México afectados por ambas tragedias son realmente apremiantes. Tenemos el deber moral, no solo en México, sino en todo el mundo, de ayudarlos a recordar lo que es ser niño", ha aseverado Skoog.