Estados Unidos ha utilizado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir que el organismo aprobara una propuesta de resolución que insta a Washington a dar marcha atrás a la decisión anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel, un gesto que evidencia el aislamiento de Estados Unidos en esta cuestión.
Los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad --incluidos los otros cuatro con derecho de veto-- votaron a favor de la propuesta presentada por Egipto que no cita expresamente a Estados Unidos ni a Trump, pero que "lamenta profundamente las recientes decisiones relativas al status de Jerusalén".
El texto afirma además que "cualquier decisión o acción que pretendan alterar el carácter, status o composición demográfica de la Ciudad Santa de Jerusalén no tiene efectos legales, son nulas y deben ser rescindidas conforme a las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad".
Igualmente pide a todos los países a evitar trasladar sus misiones diplomáticas a Jerusalén y "demanda a todos los Estados que cumplan con las resoluciones del Consejo de Seguridad respecto a la Ciudad Santa de Jerusalén y no reconozca ninguna acción ni medida contrarias a esas resoluciones".
El enviado especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Próximo, Nickolai Mladenov, ha intervenido ante el Consejo de Seguridad y ha señalado que la decisión de Estados Unidos ha provocado que "la situación sea mas tensa", con un "incremento de los incidentes, en particular el lanzamiento de cohetes desde Gaza y disturbios entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes".
Mladenov ha informado así de la aplicación de la resolución adoptada en diciembre de 2016 que instaba a Israel a poner fin a la construcción de asentamientos en los territorios ocupados y ha subrayado que Israel "no ha adoptado estas medidas". La resolución fue aprobada con 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos por orden del presidente saliente, Barack Obama, cuando Trump era ya presidente electo y pedía vetar esta iniciativa.
Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, ha emplazado a todas las partes a "sentarse a negociar en vez de venir al Consejo de Seguridad o a la Asamblea General para perder el tiempo". "La única forma de avanzar es con negociaciones directas", ha apostillado en declaraciones previas a la votación.
También intervino antes de la votación la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, quien ha destacado el "compromiso permanente de Estados Unidos para ayudar a lograr unas negociaciones sobre el status final que deparen una paz duradera". "Nuestra mano sigue tendida a las dos partes", ha asegurado.