Francia, Alemania, Italia, Suecia y Reino Unido, los países europeos representados en el Consejo de Seguridad de la ONU, han hecho un frente común para criticar la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital israelí y recordar que dicho anuncio incumple las resoluciones aprobadas.
"El estatus de Jerusalén debe determinarse mediante negociaciones entre israelíes y palestinos", han subrayado los embajadores ante la ONU de los cinco países, al término de una reunión en la que se han analizado las repercusiones que puede acarrear al decisión de Trump.
El bloque europeo considera que, cuanto menos, "no ayuda" a avanzar hacia la paz, en la medida en que consideran que Jerusalén debería ser, en última instancia, capital tanto de Israel como de Palestina. "Hasta entonces, no reconocemos ninguna soberanía sobre Jerusalén", han sentenciado en su nota.
En este sentido, han recordado que, tal como aparece reflejado en varias resoluciones del Consejo de Seguridad, Jerusalén Este forma parte de los Territorios Palestinos "ocupados" en 1967. Francia, Alemania, Italia, Suecia y Reino Unido no reconocerán "ningún cambio" que altere las fronteras previas a esa fecha sin que antes lo hayan pactado las partes directamente implicadas.
Los cinco países también han querido llamar a la "calma" y se han ofrecido a ayudar en cualquier labor que permita reanudar un proceso de paz que permanece paralizado desde mediados de 2014. Con este objetivo, han pedido a Estados Unidos que presente una "propuesta detallada" del supuesto plan que última para incentivar el diálogo.