El presidente estadounidense, Donald Trump, ha sufrido este martes un doble revés ahora que dos antiguos asesores se enfrentan a cargos de prisión y unos de ellos ha dicho incluso que el mandatario le pidió que cometiera un delito, algo que con toda probabilidad puede afectar a las perspectivas republicanas de las 'midterms' de noviembre y ampliar la investigación penal que está eclipsando su presidencia.
Con solo unos minutos de diferencia y en tribunales separados, el antiguo jefe de campaña de Trump ha sido declarado culpable de delitos de evasión fiscal y fraude bancario, mientras que el antiguo abogado personal del presidente Michael Cohen se ha declarado culpable de varios delitos.
Además, Cohen también ha testificado que Trump le instó a cometer un delito al acordar pagos para silenciar a dos mujeres que decían haber tenido un 'affair' con el magnate antes de las elecciones presidenciales de 2016.
El presidente ha negado haber tenido relaciones con ambas mujeres y su abogado, Rudy Giuliani, ha dicho que los pagos se hicieron para ahorrar al ahora presidente y su familia la situación embarazosa y no tuvieron nada que ver con la campaña.
Los reveses de este martes han vuelto a centrar la atención en la investigación que está llevando a cabo Robert Mueller sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 con vistas a determinar si hubo colusión de la campaña de Trump con Moscú y si el magnate obstruyó a la justicia al cesar al entonces director del FBI James Comey, quien estaba anteriormente a cargo de la investigación.
Moscú ha dicho que no interfirió en las elecciones de 2016 y Trump ha negado colusión, calificando de «caza de brujas» la investigación que está realizando Mueller, antiguo director del FBI.
De los dos últimos acontecimientos, la declaración de culpabilidad de Cohen es la más preocupante, reconocen en el círculo cercano a Trump. El abogado de Cohen, Lanny Davis, ha asegurado que su cliente estaría «más que feliz» de contar al equipo legal de Mueller todo lo que sabe sobre Trump.
IMPACTO EN LAS PERSPECTIVAS ELECTORALES REPUBLICANAS
«Le hemos bautizado Michael 'la Rata' Cohen», ha contado una fuente próxima al presidente. «Un mal día para el equipo local», ha añadido la fuente, reconociendo que estos sucesos podrían influir en la participación electoral e incrementar el riesgo de que los republicanos pierdan la mayoría de 23 escaños de que gozan en la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre. «Esto perjudica nuestras perspectivas de cara a las 'midterms'», ha admitido.
Una victoria demócrata en noviembre limitaría la capacidad de Trump de sacar adelante legislación e incrementaría el riesgo de peticiones a favor de su 'impeachment'. Los demócratas se han lanzado a comentar los casos de Cohen y Manafort, incidiendo en los escándalos continuos en los que se está viendo inmersa la Casa Blanca con Trump.
«Los estadounidenses merecen respuestas respecto al papel del presidente en estas acciones corruptas y criminales», ha defendido la representante demócrata Rosa DeLauro.
Rodell Mollineau, un veterano estratega demócrata, ha considerado que la noticia «se añade al constante ruido de tambores que en último término afectará a algunos votantes independientes» y ayudará a los demócratas en las elecciones.
«El que Manafort sea condenado puede no alejar por sí mismo ningún voto pero, dada la totalidad de los crímenes descubiertos (...) será duro para algunos republicanos ignorar e incluso más duro explicar», ha valorado.
No obstante, no se han producido peticiones inmediatas de iniciar un proceso de destitución contra Trump y los congresistas republicanos no se han sumado al coro de críticas vertidas desde las filas demócratas.
UN MAL DÍA PARA TRUMP
Aunque indudablemente ha tenido un mal día este martes, algunos analistas apuntan a que Trump podría ser capaz de convertir los reveses en ventaja reforzando la opinión de núcleo de apoyo de que está bajo asedio, afirma Andy Smith, director del Centro de Estudio de la Universidad de New Hampshire.
«En las 'midterms', el partido del presidente tiende a estar menos interesado y menos motivado para votar. Pero una cosa que motivará a la gente a salir y votar es si creen que el partido está siendo atacado injustamente», explica.
Durante un acto en Charleston, en Virginia Occidental, el martes por la noche Trump no ha hecho ninguna referencia a los casos de Cohen o Manafort. En lugar de ello, mientras sus partidarios le jaleaban, ha bromeado sobre la fijación de sus detractores en la investigación de Mueller, afirmando que están desesperados por encontrar colusión con Rusia. «¿Dónde está la colusión? ¿Dónde está?», ha preguntado.
Los sondeos realizados por Ipsos y Reuters muestran que el índice de aprobación de la gestión de Trump se mantiene constante en torno al 40 por ciento.
En opinión de Larry Sabato, analista política y director del Centro para la Política de la Universidad de Virginia, es improbable que los casos de Cohen y Manafort resten apoyo a Trump de su base electoral o al 'establishment' del Partido Republicano. «No creo que haya ningún cambio», ha señalado Sabato. «Eso es lo sorprendente de todo. A la base de Trump y virtualmente a todo el Partido Republicano no podría preocuparle menos», ha añadido.