Cerca de 100.000 personas han sido evacuadas de la región filipina de Calabarzón tras la erupción del volcán Taal, según ha informado este viernes el Consejo Nacional para la Gestión y la Reducción de Desastres Naturales (NDRRMC).
De esta cifra, un total de 70.413 personas, unas 16.000 familias, han sido acogidas en 300 centros de evacuación en todo el país, según ha recogido el diario 'Philstar'.
Las provincias de Batangas y Cavite han sido declaradas en estado de calamidad. En la zona trabajan 12.267 agentes de la Policía de Filipinas en áreas de evacuación y en zonas desalojadas.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) ha mantenido la alerta nivel cuatro a causa del volcán, lo que significa que es posible que se vuelva a producir otra peligrosa erupción en horas o días.
Desde el organismo han reiterado la necesidad de evacuar totalmente la isla del volcán Taal y las zonas identificadas de alto riesgo, dentro de un radio de 14 kilómetros desde el cráter del volcán y a lo largo del valle del río Pansipit.
Además, han recomendado a los ciudadanos que vivan en la zona que se protejan de los efectos que puede producir la caída de ceniza.
Esto se suma a las dos personas muertas, víctimas de sendos ataques al corazón cuando huían de la erupción del mismo volcán, que provocó también la evacuación de más de 82.000 personas en la región de Batangas.
El volcán Taal, situado en la provincia de Batangas, a unos 66 kilómetros al sur de Manila y emplazado en medio de un lago del mismo nombre, comenzó a expulsar cenizas el domingo.
Las autoridades desplegaron equipos de emergencias, incluidos militares y policías para asegurarse de que se evacuaban por completo todas las zonas de alto riesgo, después de que se informara de que algunas personas habían desoído las advertencias y habían vuelto a sus casas.
Filipinas se encuentra en el llamado Anillo de Fuego, un cinturón de volcanes en una zona del océano Pacífico donde se suelen registrar terremotos con frecuencia.
Taal, que es uno de los volcanes más activos de Filipinas, ha entrado en erupción en más de 30 ocasiones en los últimos cinco siglos, la última en 1977. En 1911, una erupción de Taal acabó con la vida de 1.500 personas y otra registrada en 1754 se prolongó durante varios meses.