El barco 'Open Arms' ha recibido este sábado la confirmación por parte de las autoridades italianas que le permitirá desembarcar en el puerto seguro de Pozzallo a los 382 migrantes y refugiados que viajan a bordo de la embarcación tras cinco rescates en aguas del Mediterráneo.
«Tenemos puerto seguro para desembarcar: Pozzallo. A pesar de todas las dificultades, el esfuerzo vale la pena. 365 vidas a salvo en esta misión. 363 pisarán mañana tierra firme y segura por primera vez en mucho tiempo», ha explicado la tripulación del barco en su cuenta en Twitter.
El jueves la tripulación completó su quinto rescate en el Mediterráneo, en el que socorrió a un centenar de personas que navegaban «apiñadas» en una peligrosa embarcación de madera. «Los casos de barcas con vidas en peligro se suceden. Y no hay más barcos humanitarios», ha denunciado 'Open Arms'.
«Cerca de un centenar de personas a la deriva en una embarcación de madera, insegura y con dos cubiertas, ha anunciado el fundador de la ONG, Oscar Camps, quien también ha denunciado que Malta les ha denegado la evacuación médica de un migrante de 17 años, huérfano y procedente de Somalia.
Este miércoles, el 'Open Arms', único barco de rescate en la zona, socorrió a 45 personas «en malas condiciones físicas», entre ellas un niño de 5 años y heridos, que viajaban en una embarcación en peligro, «un cascarón en alta mar», según indicó en su cuenta de Twitter.
Previamente, el barco rescató el martes a otros 79 migrantes tras haber acudido a una llamada de socorro sobre un posible avistamiento de una embarcación insegura a la deriva a unas 30 millas de su posición.
Además, durante la madrugada del lunes al martes, el 'Open Arms' rescató una barca en peligro con 102 personas en aguas internacionales y, horas antes, socorrió a 56 refugiados y migrantes que ha realizado en aguas internacionales en el mar Mediterráneo después de que el buque navegara hacia la zona de búsqueda y rescate (SAR) de Libia y Malta tras la reparación de su motor.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que más de 60 personas han fallecido en el último año intentando alcanzar de forma irregular las costas del sur de Europa. Naciones Unidas y las ONG reclaman a la UE el establecimiento de un mecanismo para el desembarco que garantice el desembarco de los rescatados en un puerto seguro de forma ágil.