El balance de muertos a causa del atentado con camión bomba ejecutado este martes en la ciudad siria de Afrin, controlada por las fuerzas turcas y los grupos rebeldes a los que respalda, ha ascendido a 36, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha señalado que otras 40 personas han resultado heridas en el atentado y ha agregado que la mayoría de los cuerpos han quedado completamente calcinados a causa de la explosión del camión cisterna.
El Observatorio ha señalado que la mayoría de las víctimas han sido provocadas por un incendio desatado en un mercado en la zona a causa de la explosión del camión cisterna, que aparentemente estaba cargado de combustible.
Asimismo, ha indicado que entre las víctimas mortales hay al menos seis miembros de grupos rebeldes respaldados por Turquía, antes de alertar de que el balance de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas, dado que varios de los heridos se encuentran en estado grave.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Turquía ha elevado a 40 el número de muertos y ha apuntado que otras 47 personas han resultado heridos, al tiempo que ha acusado a la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) del ataque.
El atentado ha sido ejecutado apenas unas horas después de que estallara otra bomba en la ciudad de Afrin, ubicada al noroeste de Alepo, si bien en este caso no hay informaciones sobre víctimas a causa del ataque.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque. El cantón de Afrin fue arrebatado por Turquía y sus aliados sirios a las YPG en marzo de 2018 como consecuencia de la 'Operación Rama de Olivo', una ofensiva lanzada por Turquía junto con efectivos del Ejército Libre Sirio (ELS).
Asimismo, Turquía lanzó el pasado 9 de octubre una ofensiva en territorio sirio para expulsar a las YPG de varias zonas del norte del país árabe ubicadas en la frontera común con el argumento de que forma parte de su lucha contra el terrorismo.
Las YPG son la columna vertebral de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las fuerzas armadas de la autoproclamada República de Siria del Norte, que controla el noreste de Siria con el apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, Turquía considera a las YPG una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y por tanto una organización terrorista.
Nuevas operaciones en Turquía
En este sentido, El Ministerio de Defensa turco ha asegurado este mismo martes haber «neutralizado» a once presuntos miembros de las YPG en el norte de Siria, así como a dos supuestos miembros del PKK en un nuevo bombardeo en el norte de Irak.
El Ejército turco ha intensificado sus operaciones contra el PKK tanto en el país como en el norte de Irak desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015.
La ruptura del alto el fuego tuvo lugar poco después de que Gobierno y guerrilla firmaran los conocidos como acuerdos de Dolmabahce para avanzar en las conversaciones de paz y tras la histórica entrada en el Parlamento turco del pro kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP).
Más de 40.000 personas, en su mayoría kurdos, han muerto desde que el PKK se alzó en armas contra las fuerzas gubernamentales en 1984. El grupo está considerado organización terrorista por Turquía, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.