Balears, el territorio de las piscinas. A los variados récords que ostenta la Comunitat en materia de coches por habitante o precio del metro cuadrado de la vivienda hay que añadir otra cifra al listado: el archipiélago es la comunidad autónoma con un mayor número de piscinas por habitante. Hay un pileta por cada 14 residentes cuando la media en la península está en una piscina por cada 30 o 35, según los datos del director general de Recursos Hídricos, Joan Calafat. Es decir, en Balears hay el doble de piscinas que en la península y la cifra global impresiona: 79.588 de ellas son legales, contabilizadas por el catastro este año, pero llegan a 100.00 si se suman las 20.000 ilegales que calculan la autoridades.
La cifra no para de crecer y solo en los dos últimos años se han construido 3.920 más, 798 en la isla de Ibiza. El fenómeno es imparable y va disparado por dos factores: la construcción de casas unifamiliares en el campo, la mayoría de ellas con piscina, pero sobre todo la creciente construcción de piletas en viviendas unifamilares de nueva construcción. Ya no hay promoción de semilujo en la que no haya una piscina.
En Ibiza el catastro tiene contabilizadas 11.368 piscinas, 798 más que hace dos años. El municipio donde más han aumentado es Santa Eulària, que también es el que más tiene, y ha pasado de las 4.028 en 2023 a las 4.528 en 2025, es decir, 500 piscinas más. En el archipiélago balear solo tienen más piscinas los municipios de Palma (6.936) y Calvià (5.233).
En Sant Josep se han instalado 68 más en los últimos dos años por lo que la cifra total ahora es de 4.055 piscinas en este municipio.
El segundo que más ha crecido ha sido el municipio de Sant Joan de Labritja, con 116 piscinas más en los últimos dos años para un total de 968.
En Sant Antoni se han construido 54 piscinas más desde 2023 y ya hay 1.476, mientras que en Vila el catastro contabiliza 341, 60 más que hace dos años.
En Formentera, se ha pasado en los últimos dos años de 487 a 533 piscinas, 46 más.
Normativa
La modificación número 2 del Plan Territorial Insular (PTI) de Ibiza establece que no se autorizarán nuevas viviendas ni piscinas ni nuevos usos turísticos en suelo rústico «si no es con agua desalada o con captaciones para consumo humano en acuíferos que estén en buen estado».
Además, en la primer modificación ya se estableció que la lámina de agua de las nuevas piscinas no puede superar los 35 metros cuadrados ni los 60 m3.
Joan Calafat explica que esas limitaciones en los metros cuadrados evitan que se evapore más agua de la que ya lo hace por el calor. Las estimaciones de su departamento es que cada año se pierden entre 7 y 8 hectómetros cúbicos de agua por la evaporación del agua de las piscinas que hay en las islas. Para que se entienda la dimensión, es como si anualmente se evaporara más agua que todo el Gorg Blau completamente lleno. A ello se suma que además se pierde un hectómetro más de agua por la limpieza de los filtros de todas estas instalaciones.
Agua evaporada
Una precisión importante: no es agua que se pierde cuando se vacía una pileta; es agua que se pierde porque se evapora por el calor. Los propietarios de las piscinas viven un proceso de llenado continuo porque el agua se evapora y además lo hace cada vez con más rapidez como consecuencia del cambio climático.
Calafat calcula que el consumo de agua para las piscinas supone el 6 % de todo el que se destina a abastecimiento, pero es el 3 % del consumo total de agua en las Islas. Es el equivalente al consumo anual de 50.000 viviendas, es decir, de unas 150.000 personas.
Hacer pedagogía
El director general de Recursos Hídricos del Govern subraya que es imprescindible hacer «pedagogía» con el consumo de agua. Afirma que, en un momento de emergencia por falta de lluvias, es esencial invertir en las redes de distribución de agua para optimizarlas y evitar las fugas. Opina que los ayuntamientos van tomando conciencia de que es imprescindible invertir en las redes a pesar de que estas «inversiones silenciosas» no lucen tanto como la inauguración de un plaza o de un parque. Para Calafat, en esta legislatura se está comenzado a hacer un trabajo de inversión importante en el ciclo del agua pero apunta otro dato para la reflexión: en estos momentos, uno de cada cuatro litros que llegan a la red proceden del sistema de desalación.
,,,lo que me parece vergonzoso,,es que una Isla con las dimensiones de Ibiza, supere la media de piscinas que en la Península,, que en nuestra Isla tengamos 12 mil piscinas, ojo "" según el catastro "",, es para que un futuro nos muramos de sed..