El epidemiólogo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Aylward, ha asegurado que es decisión de los países hacer la vacuna contra el COVID-19 obligatoria o no para sus ciudadanos.
«En la organización lo que queremos es fomentar la aceptación voluntaria de la vacuna, así como el comportamiento de las personas para que busquen obtenerla. Queremos que las personas entiendan los beneficios de las vacunas y su calidad, más allá de que sea algo requerido o mandatorio», ha explicado en rueda de prensa.
Sobre la vacuna desarrollada por Rusia, la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, ha explicado que el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas se encuentra en conversaciones con el país, y que se les ha solicitado los datos sobre su eficacia y seguridad.
«Entendemos que está todavía en ensayos clínicos preliminares e irá a una fase tres más amplia. Estamos a la espera del diálogo con las autoridades rusas. Estamos promoviendo la idea de ensayos de solidaridad de las vacunas, para que otros países pueden participar en los estudios», ha apuntado.
Preguntados sobre el uso de anticuerpos monoclonales como posible tratamiento para el COVID-19, la doctora Swaminathan ha detallado que se trataba de una de las «terapias prometedoras en el horizonte», pero ha advertido de que no será fácil hacerlos llegar a toda la humanidad.
«Se trata de unos anticuerpos específicos que actúan para evitar que el virus entre las células humanas y las infecte. En el caso del COVID-19, hay varios esfuerzos para desarrollar este tipo de anticuerpos, a través de ratones, de la extracción de anticuerpos de pacientes recuperados, o hechos en laboratorio. Varias compañías lo están intentando. Esta tecnología fue probada con el ébola y se encontró que era muy efectiva», ha puntualizado.
Swaminathan ha agregado que saben que hay varios ensayos clínicos con ese tipo de anticuerpos, e incluso los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos están apoyando algunos. «Se trata de una de las terapias prometedoras, pero la posibilidad de escalarlo y hacerlo accesible a personas de todo el mundo es difícil porque se trata de un producto complejo de hacer. Estas instalaciones no existen en todas partes del mundo, y también podría ser muy costoso», ha lamentado.
La doctora Mariangela Simao, por su parte, ha indicado que estos anticuerpos, que se utilizan en tratamientos contra el cáncer, son extremadamente caros actualmente, lo que es una preocupación, pero que si se comprueba que están siendo efectivos contra el coronavirus de todos modos se trata de una buena noticia. «Tenemos que hacerlos más asequibles y luego distribuirlos», ha instado.
Aylward ha agregado que era importante desarrollarlos, ya que en el futuro podría ayudar a personas a las cuales las vacunas no les han sido efectivas.
Los anticuerpos monoclonales son proteínas del sistema inmunitario que se crean en un laboratorio, como los anticuerpos del cuerpo mismo, los anticuerpos monoclonales reconocen blancos específicos. Los expertos explicaron que el tratamiento con plasma de recuperados es una terapia que se ha realizado durante más de 100 años y que ha sido efectiva en algunos casos, pero en otros no.
«En el caso del COVID ha sido una de las primeras terapias que se ha utilizado, y hay un número de ensayos clínicos, sin embargo, ninguno ha demostrado clara efectividad. Lo estamos siguiendo, pero por ahora los datos que tenemos son de baja calidad así que el tratamiento con plasma continúa siendo una terapia experimental», ha sostenido Swaminathan.
Aylward ha recordado que con cualquier terapia puede haber riesgos, y en el caso del plasma se han reportado fiebres y escalofríos asociados, así como daños a los pulmones: «Los ensayos clínicos son importantes para demostrar que esta terapia tiene un claro beneficio en balance con los efectos secundarios».