Los insurgentes talibán han anunciado este domingo que todo el país se encuentra ya bajo su control y que ha comenzado el proceso de negociación para la entrada «pacífica» de sus combatientes en la capital, Kabul.
Según han confirmado fuentes oficiales y testigos al diario estadounidense 'The Washington Post', los talibán han comenzado a tomar posiciones este domingo a las afueras de la capital, aunque su cúpula ha dado orden a los combatientes de que se abstengan de entrar por la fuerza.
De hecho, fuentes locales han confirmado a la cadena NBC News que hay presencia talibán en los distritos de Kampany y Barchi, aproximadamente en el extremo oeste de la ciudad, en medio de la aparición de banderas talibán en uno de los distritos metropolitanos ubicados cerca de la universidad de Kabul, de acuerdo con las fuentes de la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.
«Todas las partes del país han quedado bajo el control del Emirato Islámico», de acuerdo con un comunicado publicado por su portavoz habitual, Zabihulá Muyahid, en su cuenta de Twitter, usando la denominación empleada por el grupo.
No obstante, y frente a una posible entrada por la fuerza en la capital, los responsables de la organización «ordenan a todas sus fuerzas que se coloquen a las puertas de Kabul y que no intenten entrar en la ciudad» para evitar un derramamiento de sangre a la espera del inicio de un proceso de negociación para tomar la ciudad de manera incruenta.
«Dado que la capital, Kabul, es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza, sino de entrar pacíficamente en Kabul. Se están celebrando negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de forma segura», explica la nota.
Los talibán han precisado que, hasta que culminen las negociaciones, la situación de seguridad en la zona quedará en manos «del bando contrario», es decir, el Gobierno afgano. Por último, garantizan a la población su seguridad al afirmar que no están buscando «vengarse de nadie» y que «todos los funcionarios civiles y militares permanecerán a salvo».
«Queremos que todos los afganos, de todos los ámbitos de la vida, se vean a sí mismos en un futuro sistema islámico con un gobierno responsable que sirva y sea aceptable para todos», concluye la nota.
El Gobierno afgano ha indicado, en un comunicado emitido minutos antes, que ahora mismo no hay ataques en la capital y que la situación está, por el momento, «bajo control», informa la cadena afgana 1TV News. «Las fuerzas afganas, en coordinación con las fuerzas internacionales, tienen la ciudad controlada y no hay motivo de preocupación», según el comunicado del Palacio Presidencial.