Un tribunal de China ha condenado a muerte este jueves al exministro de Justicia Fu Zhenghua por prevaricación y cohecho, pena que ha quedado suspendida durante un periodo de dos años.
Fu ha sido declarado culpable de aceptar sobornos por valor de 117 millones de yuanes (cerca de 16,7 millones de euros) y de aprovechar su cargo para obtener beneficios personales, según ha informado la agencia china de noticias Xinhua.
Así, un tribunal de Changchun, en la provincia de Jilin, ha señalado que Fu cometió abuso de poder en los cargos que ocupó entre 2005 y 2021, incluido su periodo al frente del Ministerio de Justicia entre 2018 y 2020 y su puesto como director de Seguridad Pública de Pekín entre 2014 y 2015.
El tribunal ha detallado que durante su periodo en este último cargo utilizó su influencia para proteger a uno de sus hermanos, sospechoso de varios crímenes, y evitó que fuera investigado y juzgado.
Asimismo, ha apuntado que Fu queda privado de sus derechos políticos y ha ordenado la confiscación de todos sus bienes, argumentando que sus actos han causado «enormes pérdidas» a los intereses del Estado y la población.
Sin embargo, ha argumentado que la suspensión de la sentencia supone un gesto de clemencia en reconocimiento a que Fu confesó sus actos, mostró arrepentimiento y ha cooperado con las autoridades a la hora de devolver los bienes robados.
En este sentido, el tribunal ha explicado que, pasados estos dos años, la sentencia podría ser conmutada por cadena perpetua, si bien ha hecho hincapié en que no le será concedida ninguna reducción de pena al margen de la posible conmutación de la condena.