El presidente de la Generalitat, José Montilla, inauguró ayer por la mañana el nuevo aeropuerto de Lleida-Alguaire, el primero impulsado por el gobierno de la Generalitat, propietaria de la instalación, y que comenzará a operar vuelos dentro de unos días, con destino a Palma y París. Aunque ayer se ha celebrado la inauguración, el aeropuerto se pondrá en marcha el próximo 5 de febrero con los primeros vuelos comerciales con destino a París y Palma, de la compañía Vueling. Precisamente habrá dos vuelos semanales a la capital balear.
Se espera que el aeropuerto transporte 50.000 viajeros durante los primeros 12 meses de funcionamiento con la previsión de llegar a los 395.000 anuales dentro de 10 años. El presidente catalán llegó a Lleida en un vuelo especial de la compañía Vueling que ha realizado el trayecto entre Barcelona y Lleida y en el que también volaron más de 160 periodistas interesados en cubrir el primer aterrizaje en la nueva infraestructura aeroportuaria catalana.
Aplausos
Pese a que el día estuvo nublado en Lleida e incluso llovió brevemente, el avión procedente de Barcelona, un Airbus A320, llegó sin problemas y, tras realizar varias pasadas por encima del aeropuerto, tocó tierra a las 12.26 horas entre los aplausos de los numerosos vecinos concentrados en los alrededores de la instalación. Tras el descenso del aparato de los periodistas, el presidente Montilla fue la primera autoridad en bajar del avión, seguido del consejero de Político Territorial, Joaquim Nadal; el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluis Carod Rovira, y el presidente del Parlament, Ernest Benach.
También les acompañaba el ex presidente del PP catalán y actual presidente de la aerolínea Vueling, Josep Piqué. Después de visitar la torre de control y las instalaciones del aeropuerto, las autoridades iniciaron los discursos de inauguración.
Montilla destacó que el aeropuerto de Lleida es el primero, pero no el último, que se construye a iniciativa de la Generalitat 30 años después de la recuperación de su autogobierno y señaló que además cumple una «vieja aspiración» que ha tardado más de 70 años en hacerse realidad. El presidente de la Generalitat explicó que el aeropuerto es una muestra más de la voluntad de equilibrar el país aunque señaló que ahora dependerá de los empresarios y de la sociedad leridana que su futuro sea un éxito.