La evolución del Rey en las últimas 24 horas «continúa siendo plenamente satisfactoria» y las pruebas que se le han practicado descartan definitivamente el cáncer, según el parte médico facilitado a los medios de comunicación a las 20.00 horas de este lunes.
El parte indica que «los análisis descartan de forma definitiva la presencia de células malignas en el nódulo pulmonar extirpado y confirman el origen inflamatorio crónico granulomatoso sobre una lesión cicraticial fibrosa y calcificada antigua».
En el parte, leído por el portavoz del Hospital Clínic de Barcelona, Marc de Semir, se explica que al Rey se le ha retirado el drenaje torácico y la vía venosa, así como la oxigenoterapia.
El parte está firmado por los doctores Laureano Molins López-Rodó, quien dirigió la operación, y Avelino Barros, jefe del Servicio Médico de la Casa Real.
El Rey ingresó el sábado por la mañana en el Hospital Clínic de Barcelona y fue intervenido por el equipo del cirujano torácico Laureano Molins López-Rodó.
Visita de los Duques de Palma
Por otro lado, la Infanta Cristina acudió por la mañana acompañada de su marido, Iñaki Urdangarín y, tras estar una hora y media dentro del centro, comentó la buena marcha de la recuperación del Rey.«Es una persona muy positiva, un paciente muy disciplinado», dijo la menor de las infantas, que reside en Washington, a los medios de comunicación que hacen guardia ante el hospital.
La infanta explicó que el monarca había pasado muy bien la noche, se había levantado de la cama, se había duchado, desayunado y había dado su primer paseo.
La reina Sofía llegó antes que su hija al centro barcelonés, al que también se acercó el alcalde de la Ciudad Condal, Jordi Hereu, para interesarse por la salud del soberano.
"Entero y en forma"
Por su parte, el príncipe Felipe visitó a su padre el domingo por la tarde, después de que lo hiciera el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al término del encuentro también comentó el estado de Juan Carlos I.
«Como ves aquí estoy, entero y en forma», dijo Felipe, que acudió acompañado de su esposa Letizia, a la pregunta de qué era lo primero que le había dicho el rey al verlo.
El jefe del Estado, de 72 años, fue operado durante dos horas y media en una toracotomía en la que se le extirpó un nódulo en el lóbulo superior del pulmón derecho que en el último examen médico anual que se le realizó a finales del mes pasado se vio que había aumentado de tamaño.
Zapatero expresó su «máxima satisfacción» y la de «la inmensa mayoría de los españoles» por la buena situación de Juan Carlos I y afirmó que el Rey acudirá a los actos previstos de la cumbre Unión Europea-América Latina que empieza el próximo domingo en Madrid.
«El Rey estará en la parte que tiene comprometida en la cumbre y no habrá ningún problema. Afortunadamente está muy bien y se va a recuperar muy pronto», afirmó.
Varias semanas de reposo
En un principio, estaba previsto que recibiera el alta hospitalaria en unos tres días, aunque los médicos dijeron que tardaría alrededor de dos semanas en poder reanudar sus actividades.
El doctor Laureano Molins López-Rodó explicó que «la localización de la lesión, el antecedente de tabaquismo y el que no estuviera presente hace un año» fueron las tres condiciones que los decidieron a operar «para tener conocimiento de (...) el nombre y apellidos de lo que estábamos tratando».
Los médicos informaron que el monarca no tendrá que recibir tratamiento posterior, descartando completamente la radioterapia o la quimioterapia, pero insistieron en que le han recomendado que deje de fumar.