Un chófer de la policía afgana asesinó ayer a dos guardias civiles, el capitán José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, y su traductor, un español de origen iraní, cuando daban clase en Afganistán a un grupo de agentes de ese país.
El autor de los disparos, que falleció tras ser abatido por la Guardia Civil, era chófer del jefe de la Policía Nacional afgana, con quien solía entrar habitualmente en la base española.
El atentado ha sido reivindicado por los talibanes, que en un comunicado aseguraron que Ghulam Sakhi, el autor de los hechos, estaba en contacto con ellos desde hace dos meses y que planearon el ataque.
En una rueda de prensa para informar sobre lo ocurrido, el titular de Interior aseguró que se trata de un atentado «premeditado, un atentado terrorista».
Los hechos tuvieron lugar a las 6.20 horas en Qala e Naw, en la provincia de Badghis, en el noroeste de Afganistán, cuando los agentes españoles se encontraban dando clase a un grupo de 47 policías afganos, momento en el que el conductor les disparó con un fusil de asalto. El autor de los disparos fue abatido por otros miembros de la Guardia Civil que también formaban parte del contingente, y falleció.
Un mes para el relevo
Los dos guardias civiles integraban desde el pasado mes de marzo una misión de adiestramiento de la OTAN para el entrenamiento y formación de la policía afgana e iban a ser relevados el próximo 22 de septiembre.
El capitán Galera Córdoba, de 33 años, natural de Albacete y casado sin hijos, ingresó en la Guardia Civil en 2000 y en la actualidad estaba destinado en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural (UAR), con base en Logroño. Había sido distinguido con dos Cruces al Mérito de la Guardia Civil y una medalla de la OTAN.
El alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, de la misma edad, nacido en Vimianzo (A Coruña) y soltero, ingresó en la Guardia Civil en 1999 y estaba también destinado en el UAR. Había sido distinguido con una medalla OTAN.
Los dos agentes eran miembros de la POMLT (Equipos Operativos Policiales de Adiestramiento y Enlace), con base en Qala e Naw, integrados en una misión de adiestramiento de la OTAN para el entrenamiento y formación de la policía afgana.
Se trata de las dos primeras víctimas mortales de la misión española en Afganistán que pertenecen a las Fuerzas de Seguridad del Estado y no al Ejército. En total, la Guardia Civil tiene desplegados en Afganistán un total de 37 efectivos integrados en diferentes misiones.
La muerte de estos dos guardias civiles eleva a 92 el número de españoles fallecidos pertenecientes a la misión desplegada en Afganistán desde el año 2002.
Un avión del Ejército español partió ayer desde la base de Torrejón de Ardoz para repatriar los cadáveres.