Las muestras de rechazo ante los abucheos dirigidos al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el desfile del Día de la Fiesta Nacional han dominado las conversaciones durante la recepción ofrecida ayer por los Reyes en el Palacio Real.
Tanto el Rey como el príncipe de Asturias han lamentado los reiterados abucheos contra el jefe del Ejecutivo, y don Felipe ha recordado que éste es ya un incidente recurrente en las conmemoraciones del 12 de octubre, que no respeta momentos solemnes, en referencia al homenaje a los caídos por España.
En conversaciones informales con los periodistas invitados a la recepción, Rodríguez Zapatero restaba importancia a lo ocurrido -es lo de siempre, forma parte del guión, comentaba-, pero los miembros de su Gobierno no ahorraban calificativos para manifestar su repulsa.
Así, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, consideraba «insólito» que, por sexto año consecutivo, haya quien aproveche una fiesta institucional para protestar de ese modo, mientras que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, juzgaba «lamentable» que «la extrema derecha se apropie de la Fiesta Nacional», algo difícil de explicar a los embajadores extranjeros.
Rajoy calla
El líder del PP, Mariano Rajoy, no se ha pronunciado sobre el incidente y tampoco lo ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien sí ha sugerido que el menor espacio dedicado este año al público en el desfile y la mayor distancia entre estas tribunas y el palco de autoridades podía deberse a un intento de evitar abucheos.
Más de mil personas han asistido a la recepción, en la que los Reyes, los Príncipes de Asturias, la Infanta Elena y los Duques de Palma han saludado en el Salón del Trono a los invitados -precedidos por los Duques de Soria y de Calabria-, antes de compartir con ellos un vino español en el comedor de gala.
Si los abucheadores en vez de ser de extrema derecha hubiesen sido de izquierdas ya hubiesen soltado a los perros. A esta hora los detenidos no cabrian en las dependencias de la audiencía nacional y si hubiesen sido catalanes o vascos (que a fín de cuentas tambien pagan impuestos y por tanto tiene todo el derecho aprotestar) ni os cuento lo que diría la prensa. ¿Os inmaginais una COPE de izquierdas? la habrian cerrado a las dos horas de la inaguración. Pues aquí teneis a vuestros jueces y a vuestra derecha democratica. Vosotros a sergir dandoles cuerda.