El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha dicho que permitir la legalización de Batasuna basándose en sus últimos comunicados y declaraciones de sus dirigentes desmarcándose de la violencia de ETA supondrá «nuestra propia derrota» y cerrar los ojos a décadas de sufrimiento y de «infamia». En su discurso de agradecimiento al premio concedido por el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo de la Fundación San Pablo CEU, Aznar ha asegurado que el fin de ETA debe conllevar no sólo el desmantelamiento de la banda sino la derrota de cualquier «atisbo de legitimación» de su actividad terrorista.
Aznar ha recordado que Batasuna -de la que ha dicho que utiliza un «lenguaje viscoso» y «grotescos juegos de palabras» buscando su legalización- es tan responsable de los asesinatos como los «pistoleros» de la banda y que, a su juicio, ahora «no pueden ser admitidos de nuevo en el juego democrático». «Si esto ocurre, entonces habremos cerrado los ojos a décadas de sufrimiento y de infamia. Aceptaremos que hay que hacer como si ETA no hubiera existido, y la Justicia hacia las víctimas será reemplazada primero por la resignación y luego por el silencio», ha dicho.
Por ello, el ex presidente del Gobierno se ha mostrado convencido de que son muchos los que no suscribirán «ninguna vuelta atrás» en un terreno «ganado con tanto sacrificio».
Cuarentena
Por su parte, el presidente del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti, ha dicho que es necesario poner a ETA en «cuarentena democrática» al menos cuatro años para ver si es cierto que los terroristas apuestan por la democracia y ha señalado que la fecha clave para poder acabar con esta «lacra» es el mes de mayo.
Basagoiti ha dicho que no le gusta nada la «dinámica del PSOE de dar esperanzas a Batasuna», ya que ello «es lo contrario de lo que hay que hacer» porque la única táctica que hay es que «se den cuenta que no pueden avanzar hacia sus postulados que son desaconsejables» y «repugnantes».