Los accionistas de British Airways (BA) aprobaron hoy en Londres la fusión con Iberia, el último paso por parte de la aerolínea británica para crear la nueva compañía conjunta con el nombre de International Airlines Group (IAG).
Fuentes de la aerolínea británica confirmaron a Efe el resultado positivo de la votación e informaron de que en las próximas horas hará pública una declaración a la espera de lo que decidan los accionistas de Iberia en su reunión en Madrid.
Según informó la agencia local de noticias PA, solo unos 30 accionistas asistieron a la votación en el centro de Londres, en una jornada en la que el frío y la huelga de metro causó muchos problemas de transporte en la capital londinense.
El presidente de BA, Martin Broughton, manifestó al abrir la reunión de los accionistas que la fusión con Iberia tiene «una lógica convincente, estratégica y financiera», que beneficiará al personal de la empresa, los pasajeros y los accionistas.
Por su parte, el consejero delegado, Willie Walsh, afirmó que la operación, que resultará en un negocio valorado en 5.000 millones de libras (5.900 millones de euros), permitirá a estas compañías competir con eficacia frente a las aerolíneas de bajo coste.
Ambas aerolíneas mantendrán sus respectivas marcas cuando las acciones de IAG comiencen a cotizar en la Bolsa de Valores de Londres, algo que se espera que ocurra a partir del 21 de enero.
La fusión supondrá un cambio en el rol que desempeñe en el futuro Walsh, que ha sido una de las personas que ha defendido como más ahínco el difícil proceso negociador previo a la fusión.
Walsh será el consejero delegado de IAG, mientras que el hasta ahora máximo responsable de las finanzas de BA, Keith Williams, le sucederá como consejero delegado de la aerolínea británica.
A Williams le sucederá por su parte Nick Swift, que actualmente es el responsable financiero de la empresa de transporte Go-Ahead.
La compañía fusionada resultará en una aerolínea con 408 aviones que transportará a unos 57 millones de pasajeros al año.
BA e Iberia suman más de 57.000 trabajadores de plantilla y sus aviones vuelan a 250 destinos en todo el mundo.
Para BA es clave el acceso que conseguirá a América Latina a través de Iberia, mientras que para la aerolínea española supone aumentar su presencia en Asia y en América del Norte.
Actualmente, BA sólo vuela a tres ciudades de Sudamérica -Río de Janeiro, Sao Paulo y Buenos Aires- y podrá aprovechar los vuelos a un total de ocho ciudades de la región que opera Iberia.
Sobre la fusión sigue pesando el conflicto laboral que atraviesa desde hace más de un año British Airways, que resultó este año en 22 jornadas de huelga del personal de cabina, que protesta contra la reducción de costes y personal de la aerolínea británica.
Los paros le supusieron a British Airways unas pérdidas de en torno a los 150 millones de libras (170 millones de euros).
No obstante, BA consiguió resolver el problema principal para la operación, que era el importante déficit de los dos fondos de pensiones de la aerolínea, cifrado según los últimos datos en 3.700 millones de libras (unos 4.380 millones de euros).
La dirección de BA llegó a un acuerdo con los sindicatos en marzo pasado para reducir ese déficit.
La propuesta principal del acuerdo establece que los contribuyentes a estos planes podrán recibir una pensión menor de la esperada en el futuro, manteniendo sus actuales niveles de contribución, u optar a incrementar su aportación en un 4,5 por ciento para mantener el nivel anteriormente previsto.
Por su parte, BA se comprometió a mantener sus contribuciones en el nivel actual de 330 millones de libras (390 millones de euros).