Decenas de jóvenes «indignados» de toda España se reunieron ayer en Madrid para debatir el futuro de la protesta, los problemas de las acampadas y las propuestas de acción. Armados con un par de megáfonos y una lista interminable de peticiones de palabra, los representantes de acampadas o protestas de 43 ciudades dedicaron cuatro horas a informarse sobre las actividades que se realizan en cada una de ellas y a plantear propuestas de acciones.
Los acampados catalanes proponen convocar una gran marcha de «indignados» que confluya en Madrid; los asturianos proponen convocar actos de protesta frente a los Ayuntamientos para el próximo día 11, coincidiendo con la toma de posesión de los nuevos cargos. También parece que cuenta con bastantes apoyos la propuesta de convocar una «gran acción» el próximo día 19 -el primer fin de semana tras el 15 de junio-, una iniciativa que partió de Barcelona en protesta por el pacto del euro.
Disolverse
Pero no se ha decidido nada, salvo qué propuestas llevar a la asamblea de hoy para que sean debatidas y votadas por todos. El segundo punto del orden del día ha sido el análisis del estado de todas las acampadas, ya que hay bastantes que están pensando disolverse, otras que se han convertido en protestas o «sentadas», y otras que buscan la forma de «dejar un testigo» en las plazas.
Este es un tema en el que la Puerta del Sol no acaba de ponerse de acuerdo y se seguirá debatiendo una y otra vez en las asambleas hasta que se alcance la unanimidad. El punto del orden de día que sin duda creará más debate es el tercero: puesta en común y coordinación política a nivel nacional, expectativas y objetivos.