El Gobierno podría estarse planteando gravar especialmente las retribuciones consideradas «demasiado altas» de los directivos de la banca. Dos días después de que el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, arremetiera contra los bancos «por cobrar a costa de la gente», el ministro de Trabajo echó más leña al fuego y propuso un impuesto que grave el sueldo de los banqueros. Así, el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, apostó por introducir tipos fiscales «especialmente aumentados» para gravar aquellas retribuciones «muy altas» de los directivos de la banca.
Las declaraciones del ministro llegan en un momento en el que una parte de la ciudadanía española ha expresado su malestar al no considerarse suficientemente representada por los dos grandes partidos políticos del país y en el que también se han mezclado manifestaciones de descontento hacia la banca. El contraste entre los beneficios del sector bancario y el nivel de vida de la mayoría de los españoles fue uno de los motivos que impulsaron las protestas en las calles del llamado Movimiento 15-M.
La semana pasada, Bankia (entidad formada por la fusión de Caja Madrid y otras cajas regionales ) desveló como parte de la publicación de su folleto de salida a bolsa que sus tres máximos directivos podrían cobrar más de 10 millones de euros de retribución.