El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha cambiado su versión, según revela la edición digital del diario El País. El martes, en boca de su abogado, admitió la posibilidad de haber recibido el regalo de los trajes de la trama Gürtel, después de más dos años negando esta posibilidad. Lo hizo en la exposición de las conclusiones provisionales del proceso, durante la vista preliminar tras la que se decidirá si se abre juicio o se archiva la causa.
El letrado mantuvo, como primera opción, que Camps no recibió las dádivas pero, posteriormente, adujo que de haberlas recibido lo habría hecho como presidente del PP regional y no como presidente de la Generalitat Valenciana. Este cambio de estatus se expone ya que, como cargo orgánico en un partido no podría ser autor de un delito de cohecho, limitado a los funcionarios o cargos públicos.
Hasta ahora, Camps había afirmado que «lo de los trajes es un montaje de los socialistas». Ahora, Camps cambia su versión para tratar de buscar una salida jurídica que le posibilitaría librarse de sentarse en el banquillo de los acusados. Sin embargo, políticamente, sería admitir que ha mentido durante los dos años que ha durado el proceso y que, además, recibió los regalos.
Críticas
La portavoz adjunta del PSPV-PSOE en Les Corts Valencianes Carmen Ninet manifestó ayer que Camps «está acorralado» y le ha instó a «reflexionar sobre su futuro y su capacidad para continuar al frente de su actual responsabilidad».
Por su parte, la coordinadora de EUPV y síndica de este grupo en las Cortes, Marga Sanz, señaló que las estrategias de los imputados para evitar el banquillo son «vergonzosas» y señaló que «es más que evidente» que han asumido su «culpabilidad» y «ahora dan argumentaciones peregrinas sobre que si recibieron los regalos de la trama Gürtel como dirigentes del PP».