El expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda considera que la «tensión política y económica» que ha habido en los últimos meses «ha aumentado la presión de las facturas», que «se han acumulado de forma excepcional» hasta sumar unos impagos de 1.742 millones de euros al 30 de junio.
En declaraciones a la Ser, Barreda justificó la «situación cambiante» de la deuda contraída por la Junta de Castilla-La Mancha con los proveedores, que era de 700 millones a 30 de abril y que dos meses después es de mil millones más.
Dos meses
Así, Barreda considera que dos meses después «puede ocurrir, perfectamente», que el número de facturas pendientes de pago se haya elevado hasta la cuantía de 1.742 millones, según el dato ofrecido ayer por el portavoz del Ejecutivo regional, Leandro Esteban.
«Han pasado dos meses y medio y ha habido tensión política y económica que ha aumentado, por supuesto, la presión de las facturas», dijo el expresidente castellanomanchego.
Además, Barreda considera que el hecho de que se hable tanto de las cuentas de Castilla-La Mancha se debe a que Cospedal «ejerce mucho más» de secretaria general del PP que de presidenta de Castilla-La Mancha.
Reprochó a su sucesora que esté haciendo de «oposición» para tratar de «curarse en salud y justificar su inoperancia y los posibles recortes que tenga que hacer».
Ha pedido a la presidenta autonómica que deje de lamentarse y de echarle la culpa a la «herencia recibida» porque él también ha estado gobernando dos años con muchas dificultades en la comunidad, que «no es la peor pagadora», dijo.