Gobierno, PSOE y PP no han logrado acercar posiciones con los nacionalistas ante la reforma de la Constitución que hoy tramitará el Congreso, y aunque CiU no ha desvelado su voto, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido de que puede crecer la distancia entre Catalunya y España. Los grupos parlamentarios tenían de plazo hasta ayer para presentar las enmiendas que considerasen oportunas al texto pactado por socialistas y populares para limitar en la Constitución el déficit de las administraciones.
En las enmiendas de CiU principalmente se aboga por respetar la autonomía financiera de las Comunidades y que cada una de ellas pueda fijar el límite máximo de déficit. Poco antes de que expirara el plazo para presentar esas propuestas, el secretario general de CiU y portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, señaló que la «línea roja» en las negociaciones con PSOE y PP radica en que «no se limite la capacidad financiera de Catalunya».
Advertencias
Las advertencias llegaron de la mano de Artur Mas, quien reprochó a socialistas y populares que «pasen» de Catalunya en la reforma de la Constitución que han pactado. Además, les aconsejó que «les conviene escuchar» y atender las enmiendas de CiU, porque, de lo contrario, cada vez más «irá creciendo la distancia emocional entre Catalunya y España».
«Se nos excluye. No se nos quiere. Pasan de nosotros», lamentó Mas, quien sostuvo que los dos grandes partidos nacionales plantean «un trágala». Por otra parte, ICV-EUiA y ERC han logrado el apoyo de C's, SI y Joan Laporta para forzar un pleno extraordinario monográfico en el Parlament en el que se trate la reforma de la Constitución pactada por PSOE y PP, que incluye una mención al techo de déficit, con la intención de que se celebre antes de que la modificación llegue al Senado el próximo miércoles.