El presidente del PP, Mariano Rajoy, alertó ayer de que España atraviesa «una de las grandes encrucijadas» de su historia y que queda por delante «una ingente tarea» para conseguir la recuperación, pero se ha mostrado confiado en que el esfuerzo de todos hará posible este «objetivo nacional».
Como en estos últimos años, Rajoy comenzó el nuevo y «crucial» curso político en su tierra natal, Pontevedra, ante la plana mayor de un PP gallego, encabezada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, confiado en la victoria electoral el próximo 20 de noviembre.
El líder nacional de los populares se mostró menos eufórico y puso énfasis en subrayar que lo que queda por delante «no es fácil», sino «una ingente tarea». España se encuentra en «una de las grandes encrucijadas» de la historia de la democracia.
Improvisación
Para dejar atrás el «legado» de «improvisaciones» del Gobierno socialista, Rajoy prometió «moderación, diálogo, centralidad y concordia» en la búsqueda de «las máximas complicidades», de acuerdos de Estado y de la «convivencia» en torno a un «objetivo nacional», el de la recuperación económica.
Pero teniendo en cuenta, apuntó, que para volver a crecer y crear puestos de trabajo, los españoles habrán de esforzarse.
Y lanzó un aviso en este sentido: «Quien piense que las cosas serán fáciles, se equivoca; quien piense que se pueden hacer sin esfuerzos, se equivoca; y si alguien piensa que hay una varita mágica para solventar todo en media hora, se equivoca».
Con todo, Rajoy manifestó su confianza en que ese «gran objetivo nacional» se hará realidad no muy tarde, porque, como ha proclamado, «no hay crisis lo suficientemente profunda» que no puedan superar los españoles si hacen gala de lo que les caracteriza: esfuerzo, sacrificio, talento y creatividad.
El presidente del PP no precisó en qué consistirán esos esfuerzos colectivos, aunque repetió que los servicios públicos esenciales, esto es la sanidad y la educación, son intocables.
Una referencia de lo que hará el PP si gana las elecciones se encuentra en «la ola de buen gobierno y de austeridad» que recorre muchas comunidades autónomas desde el pasado 22 de mayo» manifestó Rajoy.